Estudiante de Maestría Internacional en Nutrición y Dietética analiza datos de empleados de una empresa en Colombia, y resalta la importancia de la promoción, prevención e intervención de una nutrición equilibrada y hábitos saludables entre los trabajadores
Durante un mes, la becada de FUNIBER, Ángela María Rebellón Forero, evaluó los datos antropométricos, del estado nutricional y de exposición a factores de riesgo cardiovascular en trabajadores de una entidad de salud ocupacional, en la ciudad de Pereira, en Colombia. Con estos datos, la alumna desarrolló propuestas alternativas de atención que pueden ser útiles para el cuidado de la salud de esta población estudiada.
El estudio fue realizado para la conclusión de la Maestría Internacional en Nutrición y Dietética, con la orientación de la profesora Anna Costa.
Según un informe emitido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la mala alimentación en el trabajo causa pérdidas de hasta un 20% en la productividad. Una mala alimentación, como también hábitos de vida poco saludables, puede aumentar los costos médicos y el absentismo, y disminuir la productividad y la calidad de vida de la población trabajadora.
“En escala internacional, la alimentación en el trabajo recibe poca atención en relación a la repercusión en la salud del trabajador, aunque un tercio o más del día, se pasa en el local del trabajo”, afirma Ángela María.
Sugiere que se pierde una gran oportunidad de ofrecer orientación nutricional de calidad para el cuidado de la salud. “Una nutrición adecuada es la base de la productividad laboral y económica de todo la población, y debe ser motivo de interés compartido por gobiernos, empleadores y empleados de todos los sectores productivos”, defiende la alumna.
Así como en muchos países, en Colombia no hay políticas de promoción, prevención e intervención relacionadas con la alimentación y nutrición para los trabajadores. Falta por parte de las empresas mayor compromiso con la promoción de estilos de vida saludable y en el control del riesgo cardiovascular entre sus trabajadores.
Por otro lado, los trabajadores tienen también menos tiempo para realizar actividades físicas, lo que facilita que se desarrolle el malestar muscular, una de las principales causas para el absentismo en el trabajo. «Actualmente, los trabajadores tienen menos tiempo para realizar ejercicio físico y, por esa razón, es importante personalizar programas de actividad e introducirlos en el medio laboral», comenta la becada de FUNIBER.
A partir de estas ausencias, la alumna desarrolló un estudio que espera dar los primeros pasos en este sentido. Se diferenció entre 80 trabajadores de la empresa, los empleados que realizaban actividades físicas leves, moderadas e intensas. Comparó los hábitos de vida como el tabaquismo, y registró datos sobre la nutrición y aspectos físicos como peso y presión del grupo estudiado.
«Se ha detectado un desequilibrio en la composición de macronutrientes de la dieta, más del 40% de la población con sobrepeso, especialmente mujeres e individuos con trabajos del intensidad leve y más del 60% presentó algún factor de riesgo cardiovascular», afirma.
La autora del estudio además afirma que hay un excesivo consumo de carbohidratos, y una tendencia que indica preferencia de las mujeres por una dieta alta en grasa. Otro dato que considera importante se refiere al cuidado que se debe dar a los trabajadores que realizan actividades livianas, especialmente a las mujeres, ya que presentan mayor factor de riesgo que en las actividades intensas.
«Es necesario el acompañamiento médico y nutricional periódico de la población trabajadora, con el propósito de vigilar la evolución de los factores de riesgo cardiovascular identificados y establecer si son necesarias nuevas estrategias», concluye Ángela María.
Puede leer la tesis completa aquí.
Foto: Todos los derechos reservados.