Investigadores españoles analizan los efectos del consumo de leche entero, desnatado y semidesnatado para el desarrollo del cáncer de colon
Uno de los tipos de cáncer que más se relaciona con el estilo de vida occidental es el del colon. El consumo de carne roja y bebidas alcohólicas, por ejemplo, está asociado al desarrollo de esta enfermedad. Pero, y los lácteos, ¿ejercen algún riesgo?
Según un estudio realizado en España, en la Universitat Rovira i Virgili, con 7.216 participantes entre 55 y 80 años de edad, durante seis años de observación, el consumo de lácteos podría representar un menor riesgo de desarrollar la enfermedad.
Se encontró que un mayor consumo de lácteos, aproximadamente 564 g/d, lo que equivale a 2,5 vasos de leche al día, representó entre los participantes un 45% menos de riesgo de sufrir el cáncer de colon.
El estudio identificó también que la leche con menos contenido de grasa, los tipos desnatado y semidesnatado, reveló un 46% menos de riesgo, comparados con las personas que consumieron pocos lácteos de este tipo.
Sin embargo, no se encontraron evidencias de que las leches enteras, con la nata, tuviesen una asociación mayor para el desarrollo de esta enfermedad, así como el yogurt entero. Incluso, en los derivados de la leche como el queso y el yogurt, el equipo no encontró vínculos con la enfermedad entre los participantes del estudio.
Los investigadores no evaluaron los mecanismos detrás de esta relación protectora de la leche para el organismo, pero indican que la respuesta podría estar en el calcio. Hay una idea, aún por ser comprobada, de que el calcio podría tener efectos protectores contra el desarrollo de tumores.
Además del calcio, el ácido butírico y el ácido linoleico, presentes en el alimento, pueden tener también un papel importante en el proceso protector de los lácteos para el cuerpo.
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