Las personas adultas mayores requieren de entornos y necesidades específicas. Por eso, las ciudades deben ser pensadas y organizadas teniendo en cuenta su bienestar, cuidado y salud
La Red Mundial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de Ciudades y Comunidades Adaptadas a las Personas Mayores se creó en 2009, para fomentar el intercambio de experiencias y aprendizajes mutuo entre ciudades de casi todo el mundo respecto al cuidado de personas adultas mayores.
La OMS considera que el envejecimiento activo constituye un proceso que dura toda la vida y es afectado por varios factores que, por sí solos y en conjunto, favorecen la salud, la participación y la seguridad en la vida.
La organización ofrece orientación y promueve la adquisición de conocimientos sobre cómo evaluar el grado de adaptación de una ciudad o comunidad a las personas mayores, cómo integrar una perspectiva que tenga en cuenta a estas personas en la planificación urbana y cómo crear entornos citadinos adaptados a las mismas. Por lo anterior, ha creado una guía de ciudades globales amigables con los mayores.
La guía establece 8 áreas del entorno urbano y social que influyen en la salud y calidad de vida de las personas mayores:
- Espacios al aire libre y edificios
- Transporte
- Vivienda
- Respeto e inclusión social
- Participación social
- Comunicación e información
- Trabajo y participación ciudadana
- Servicios Sociales y de la Salud
Además, establece que se debe reconocer la diversidad de las personas mayores, promover una cultura de inclusión compartida por personas de todas las edades, respetar las decisiones y opciones de forma de vida y anticipar y responder de manera flexible a las necesidades.
Por ejemplo, en España, la iniciativa de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores tiene políticas, servicios y estructuras relacionadas con el entorno físico y social de la ciudad que se diseñan y reorganizan para apoyar y permitir a las personas mayores vivir dignamente, disfrutar de una buena salud y continuar participando en la sociedad de manera plena y activa.
Otro ejemplo, es el Instituto Nacional de las personas adultas mayores (INAPAM) en México, que promueve que las instituciones gubernamentales y privadas adopten una postura que proponga una interdependencia de las acciones fundamentadas en la nueva agenda del desarrollo urbano planteada por la ONU – Hábitat 2016, así como la agenda y objetivos del Desarrollo Sostenible al 2030, y los Derechos Humanos de las Personas Adultas Mayores.
Es indispensable que desde cada país se garanticen ambientes y ciudades adecuadas para las personas adultas mayores y por esto, la Maestría en Gerontología patrocinada por FUNIBER es una opción formativa ideal para aquellas personas que deseen ampliar sus conocimientos en el ámbito de la atención social y cultural de los adultos mayores.
Foto: Todos los derechos reservados.