Un estudio determinó que las actitudes hacia la sexualidad y el bienestar psicológico de las personas adultas mayores sí están moduladas por el tipo de residencia, el estado civil y el grado de autonomía
El estudio, realizado por el docente Vicente Morell, e investigadores Roberta Ceccato, Isabel Chaves, María Dolores Gil de la Universitat de València, y Juan Enrique Nebot, candidato a doctorado de la Universitat Jaume I, indica que factores como el bienestar psicológico y la sexualidad influyen en el proceso de envejecimiento activo y saludable de las personas adultas mayores.
La investigación usó como metodología la Escala de Actitudes sobre la Sexualidad en la Vejez y la Escala de Bienestar Psicológico, en una muestra de 70 personas, de las cuales 35 son mujeres y 35 son hombres, entre los 65 y los 95 años de edad.
Los resultados revelaron que, las actitudes más liberales hacia la sexualidad y el mayor grado de bienestar psicológico, se asocian significativamente con el hecho de no vivir en instituciones residenciales y que en su mayoría, las personas mantienen una relación sentimental con una pareja estable.
En este sentido, una disminución de la interacción social en las personas mayores es el ingreso a centros residenciales. Vivir en centros induce mayores repercusiones en las relaciones sociales, ya que la institucionalización puede reducir los contactos sociales o provocar un mayor aislamiento de las personas.
Además, quienes viven en un contexto residencial se caracterizan por una actitud más conservadora hacia la sexualidad mostrando también un menor bienestar psicológico, causado probablemente por la necesidad de adaptarse a un nuevo entorno. Los resultados del estudio, coinciden con la investigación de envejecimiento saludable de Fernández-Ballesteros, quien concluye que las relaciones sentimentales favorecen el desarrollo social y psicológico y pueden verse negativamente influenciadas al vivir en una institución residencial.
Ultiman los investigadores que de acuerdo al estudio realizado existe la necesidad de fomentar el bienestar psicológico, así como el envejecimiento activo de las personas adultas mayores en los centros residenciales, ampliando actividades para relacionarse socialmente.
Asimismo, el estudio “Salud, sexualidad y bienestar en las personas mayores” revela que la salud sexual de las personas mayores no puede ser reducida a la disfunción sexual sino que se debe entender como la interacción de elementos emocionales, sociales, culturales y contextuales.
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Estudio: Actitudes hacia la sexualidad y bienestar psicológico en personas mayores
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