El deterioro cognitivo puede contribuir a la aparición de la congelación de la marcha (CDM) en pacientes con Parkinson según estudio
Un estudio, publicado en la Revista Neurología, analizó si los parámetros cognitivos y cinemáticos se correlacionan con la congelación de la marcha (CDM) en pacientes con Parkinson. Los resultados evidencian que en estados avanzados de la enfermedad, sí puede aparecer una alteración motora llamada congelación de la marcha (freezing of gait), debido a las funciones cognitivas y ejecutivas del paciente.
La CDM puede definirse como episodios intermitentes y breves de incapacidad para iniciar o mantener la locomoción de llegar a generar una continuidad en el paso que sea efectiva. Esto, ha sido descrito por los pacientes como la sensación de tener los pies «pegados al suelo».
En el estudio, participaron 25 pacientes con Parkinson y se clasificaron en dos grupos: con y sin CDM. La función cognitiva se estimó con un pequeño examen cognitivo y la evaluación de memoria objetiva (Object Memory Evaluation), y la función ejecutiva, con la batería de evaluación frontal (Frontal Assessment Battery).
Según los investigadores del estudio, encontraron diferencias significativas entre individuos con y sin CDM. Los pacientes con CDM presentaron mayor alteración en los aspectos motores que el grupo sin CDM. Los individuos del grupo con CDM obtuvieron significativamente peores resultados en la cognición global, la función ejecutiva y la memoria. Con respecto a los parámetros cinemáticos, los individuos del grupo con CDM presentaron una cadencia significativamente mayor, una disminución de la longitud del paso y un tiempo de paso más lento. La combinación de pasos pequeños y lentos con una elevada cadencia generó alteraciones en el rendimiento de la marcha en el grupo con CDM.
Los estudios concluyen que diversos parámetros cognitivos pueden contribuir de forma importante en la aparición de la CDM en la enfermedad. Los resultados indican que la congelación de la marcha no es un fenómeno motor puro y puede estar asociada con la disfunción cognitiva global y ejecutiva.
Asimismo, otro estudio sobre el CDM, publicado en la Revista médica de Chile, defiende que las estrategias que implican la iniciación y progresión de la marcha, el tamaño de los pasos con la superación de obstáculos, mudanzas rápidas de dirección y sentido, movilidad en espacios reducidos y superación de situaciones estresantes, podrán modificar los aspectos sintomáticos derivados de este trastorno.
De esta forma, se deben continuar los estudios para determinar la terapia más indicada para la superación, atenuación y prevención de este trastorno de la marcha, sin olvidar que se trata de una enfermedad crónica y neurodegenerativa de evolución progresiva del sistema nervioso central.
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