Mientras que algunas marcas pueden creer que sería un error no hacer comentarios sobre la crisis del coste de la vida que está sufriendo todo el mundo.
Un artículo de Marketing Week sugiere que hacer comentarios podría considerarse “hipócrita y poco empático”.
Las tasas de inflación han aumentado exponencialmente desde principios de 2022. De esta manera ya era inevitable que la mayoría de las marcas tuvieran que subir el coste de sus productos para sobrevivir a la crisis del coste de la vida, entre otras subidas de precios. Si las empresas comentaran la crisis del coste de la vida al tiempo que suben sus precios, iría en contra de su objetivo original. Además de que muy probablemente se consideraría artificial.
El artículo de Marketing Week plantea que es mejor no hacer ningún comentario. Ian Murray, coautor de varios estudios publicados por Marketing Week, afirma que «no es una estrategia muy buena. Las marcas no son percibidas como agentes creíbles del cambio social ni se considera que trabajen en aras de un bien mayor. Sólo un 15% confía en que las marcas actúen de forma socialmente responsable».
Entonces, ¿Qué pueden hacer las marcas? Ian Murray recomienda no adoptar el enfoque del «pensamiento directo». Además de no comentar directamente la crisis, sino recordar a los clientes la calidad y fiabilidad de la marca. «En momentos de mayor riesgo e incertidumbre, los seres humanos utilizan señales de aptitud para mitigar el riesgo y fundamentar sus decisiones», afirma Murray.
En última instancia, la solución consiste en infundir confianza a los clientes prometiendo productos de alta calidad y ofreciéndoles en momentos en los que los clientes son más cautelosos a la hora de comprar.
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Fuente: Cost of living crisis: Why it’s better for brands to say nothing at all
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