Comisión internacional aprueba documento con buenas prácticas para la prevención y la reducción de las micotoxinas en los alimentos, y garantizar la seguridad alimentar de la población
Durante la reunión de la Comisión del Codex Alimentarius que se ha realizado al final de julio en Ginebra, Suiza, fue aprobado un documento que servirá para prevenir y reducir los contaminantes en los alimentos. Durante la redacción y el debate, diversos países miembros han buscado un acuerdo más amplio sobre el código.
Con el documento, se espera conseguir el nivel más bajo posible de toxinas en la alimentación, aplicando buenas prácticas en las diversas etapas de la cadena alimentaria. La producción, la elaboración, el envoltorio y la distribución de los alimentos requiere sistemas complejos, que pueden demorar largos períodos de tiempo, y pasar por diversos establecimientos.
Este largo procedimiento puede generar micotoxinas, que son las toxinas de hongos producidas por el metabolismo secundario de géneros como Aspergillus, Fusarium y Penicillium. Estas toxinas pueden causar daños a la salud de los humanos y de los animales.
El Código de Prácticas aprobado incluye una serie de buenas prácticas de acuerdo a la etapa de elaboración del alimento para consumo:
- Buenas Prácticas Agrícolas
- Buenas Prácticas de Fabricación
- Buenas Prácticas de Almacenamiento
La organización del encuentro fue realizada de manera conjunta entre la Organización de las Naciones Unidas para Alimentación y Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). La presidenta de la Comisión del Codex, Awilo Ochieng Pernet, felicitó a todos por el empeño con el trabajo y la elaboración del documento resultante.
¿Cómo aparecen las micotoxinas en los alimentos?
Estas sustancias producidas por varias especies de moho pueden crecer sobre los alimentos, dependiendo de las condiciones de humedad y temperatura. Ellos se desarrollan de forma natural desde el metabolismo de algunos géneros de hongos. Generalmente, la producción ocurre en temperaturas entre 24ºC y 28ºC, propias de ambientes tropicales.
Hay micotoxinas que se forman durante el cultivo, otras se desarrollan en la cosecha y también en la fase de almacenamiento. Una vez presentes en el alimento, no hay manera de descontaminar.
Si consumida por humanos, pueden causar diversos efectos, como por ejemplo, inducción al cáncer, problemas gastrointestinales o en los riñones. Para algunas micotoxinas, las agencias que regulan la seguridad de los alimentos establecen valores toxicológicos de referencia. Pero hay algunas que aún no se sabe ciertamente el peligro, por falta de datos.
Algunos alimentos sin procesar, que son susceptibles a la contaminación, son: cereales, leguminosas, frutas, verduras, frutos secos, café, cacao y especies. Entre los alimentos procesados, los productos a base de cereales como el pan, la masa, las bebidas y los alimentos de origen animal pueden también ser más fácilmente contaminados.
PROGRAMA CONJUNTO FAO/OMS SOBRE NORMAS ALIMENTARIAS
COMISIÓN DEL CODEX ALIMANTARIUS
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