El trato y estado en que cuidan a las personas adultas mayores en algunos centros geriátricos podría ser crítico, evidenciando maltrato y violación a los derechos humanos según estudios
La Organización Mundial de la Salud (OMS) en la Declaración de Toronto, define los malos tratos a personas mayores como “la acción única o repetida, o la falta de la respuesta apropiada, que causa daño o angustia a una persona mayor y que ocurre dentro de cualquier relación donde exista una expectativa de confianza”.
En ese sentido, de acuerdo al estudio Maltrato en el adulto mayor institucionalizado: Realidad e invisibilidad, dirigido por Yuly Adams, auditora y consultora médica de Chile, hay varios escenarios en los que se presenta el maltrato en las personas adultas mayores:
- Destitución familiar.
- Ingreso forzoso a institución o casas de familiares.
- Explotación económica y apropiación de sus bienes.
- Falta de capacitación de los cuidadores informales.
- Falta de instituciones sanitarias para la atención geriátrica especializada.
El objeto de estudio fue el maltrato al adulto mayor institucionalizado, entendido éste como aquel que se produce en las organizaciones, centros geriátricos y de salud, por falta de preparación y/o cualificación de los mismos.
En relación al maltrato institucional a personas de edad, Adams cita un estudio elaborado por K. Pillemer y D. Moore, donde se evidencia que el 36% del personal de enfermería había sido testigo de un incidente de maltrato físico, el 10% había cometido al menos un acto de maltrato físico, el 81% había observado algún incidente de maltrato psicológico y el 40% había abusado verbalmente de un residente.
Los investigadores concluyen que es recurrente que se presenten conductas abusivas o de maltrato tanto físico como de índole psicológica en estos centros, debido a la falta de recursos económicos, el hacinamiento, la edad avanzada de los usuarios, la preparación deficiente del personal, la incorrecta dirección del centro, la actitud negativa del paciente, la conflictividad personal-paciente o la mala racionalización del trabajo.
Asimismo, de acuerdo a otro estudio realizado por Bridget Penhale, Peter Lloyd-Sherlock profesores de la Universidad de East Anglia, en Inglaterra y Nelida Redondo, profesora de situación social y calidad de vida de las personas mayores en Argentina, se evalúo hasta qué punto la atención de personas adultas mayores en hogares en La Plata, Argentina, es buena y cordial.
Para la metodología, el estudio se basó en entrevistas con informantes locales, discusiones de grupos focales en diferentes vecindarios y una encuesta clandestina de pacientes sustitutos liderada por jubilados locales.
Los resultados arrojaron que muchas personas mayores ingresadas en hogares de cuidado no tenían altos niveles de dependencia de cuidado. Los hogares de atención generalmente no buscan el consentimiento informado de las personas mayores, independientemente de su estado cognitivo. Además, hubo indicios de ingreso coercitivo por parte de miembros de la familia.
Por lo anterior, el estudio indica que hay un abuso generalizado de los derechos humanos fundamentales de decenas de miles de personas mayores en Argentina. Consideran los investigadores que es necesario que los responsables de las políticas y la sociedad civil reconozcan la magnitud del abuso y desarrollen medidas protectoras.
Es indispensable que desde cada país se garanticen derechos a este sector de la población y por esto, la Maestría en Gerontología patrocinada por FUNIBER es una opción formativa ideal para aquellas personas que deseen ampliar sus conocimientos en el ámbito de la atención social, cultural y jurídica de los adultos mayores.
Maltrato en el adulto mayor institucionalizado: Realidad e invisibilidad
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