Especialista comenta sobre las principales funciones que deberían tener los directores escolares para que puedan promover y permitir el crecimiento profesional de los docentes y los resultados de aprendizaje de la escuela
Los directores de escuelas deberían involucrarse más con los resultados de los alumnos si quieren ser líderes escolares. De acuerdo con investigaciones desarrolladas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el mayor impacto del director de una escuela para el éxito de los alumnos no está en las tareas administrativas del centro sino en la motivación del trabajo colectivo.
La OCDE comparó las políticas y prácticas de directores de 22 sistemas educativos. Las conclusiones de estas investigaciones indican que fomentar el trabajo conjunto, de colaboración y la formación de los docentes son fundamentales para medir el impacto e influencia del trabajo del director escolar.
Otra cuestión fundamental es la adaptación de los contenidos curriculares en la escuela.
Estándares internacionales
Entre los diversos países, hay experiencias variadas sobre las tareas que los directores deben tener como líderes de un centro educativo. En algunos países se definieron funciones específicas que sirven para la selección de directores en los procesos de evaluación, además de orientar para la formación específica y las expectativas de la comunidad escolar.
La especialista en liderazgo escolar, Beatriz Pont, que forma parte del equipo de investigadores y analistas de la OCDE desde 1999, indica en una entrevista cómo algunos países perciben el trabajo del director escolar:
Australia – Las funciones se centran en la dirección del aprendizaje y la enseñanza, en el desarrollo profesional del equipo de la escuela, en liderar procesos de mejora, innovación y cambio, además de liderar la gestión escolar y participar en los trabajos con la comunidad.
Irlanda – Ya en este país, esperan que los directores también puedan dirigir la enseñanza y el aprendizaje, así como el desarrollo de la escuela. Sea capaz de construir la cultura, la capacidad y los equipos de trabajo. También esperan que pueda desarrollar y permitir el crecimiento profesional y realizar la llamada «gestión de la organización».
Chile, Portugal y Noruega, como en otros países, la prioridad es que el director tiene que ver con el aprendizaje, con las recientes iniciativas para que puedan formar de forma especializada.
En ella se afirma que las legislaciones deberían centrar la función principal en la dirección y «dar espacios de autonomía para adaptar el currículo a las necesidades de la escuela, así como el trabajo con los docentes», explica en la entrevista.
Pero esta autonomía debe estar acompañada con apoyo y formación adecuada para evaluar el progreso y mejorar las capacidades a través de programas y estrategias.
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Fuente: «El liderazgo escolar debe aportar coherencia al proyecto de centro»
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