El deporte para niños con autismo

Las personas con Trastorno del Espectro Autista pueden desarrollar muchas habilidades con la práctica del deporte, especialmente las de inclusión

Como para cualquier persona, la práctica deportiva trae beneficios para la salud, la condición física, la sensación de bienestar y la calidad de vida de las personas diagnosticadas con Trastorno del Espectro Autista (TEA).

La investigadora del instituto Autismo España, Cristina Gutiérrez, destaca, sin embargo, que la práctica de actividad física para estas personas se puede, todavía, “convertir en una oportunidad de inclusión y participación social en la comunidad. Un aspecto especialmente valioso para ellos”, afirma para el diario El País.

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) representa problemas sociales de comunicación y de conducta para quienes sufren con la condición, de manera muy variante. Como se sabe no hay una cura para quien sufre de autismo, sino tratamientos que puedan mejorar el desarrollo de los niños.

Entre las prácticas terapéuticas, la actividad física es muy beneficiosa para estimular la interacción y el desarrollo físico. Esto porque el movimiento físico ayuda en el conocimiento de postura corporal, para una noción mayor de la relación espacio-tiempo y del entorno en que se vive.

La práctica es especialmente positiva si se inicia desde los primeros años del niño: “en las primeras etapas de la vida, los especialistas proponen a los niños con autismo juegos motores que fomentan la atención sostenida, juegos simbólicos en grupos pequeños en los que es más fácil captar la atención y fomentar la interacción del niño con el monitor. Cuando ya son mayores, se pueden pasar a actividades deportivas como la natación, el running o el ciclismo”, afirma la psicóloga clínica y de psicomotricidad infantil, Ana Lucas.

Más que encontrar un deporte ideal por las técnicas o beneficios, lo ideal es comenzar por los intereses del propio niño para la elección de la modalidad deportiva. Lo que los profesionales del área garantizan es que no hay un deporte ideal, pero que el entorno debe ser trabajado de manera a favorecer el desarrollo del niño con autismo.

Estas deben ser reglas claras, que sean comprensibles y demuestre lo que se espera del niño para cada tarea. También es importante que se utilicen recursos visuales como imágenes y pictogramas para facilitar la comprensión de las reglas y la comunicación entre el entrenador y el niño.

La capacitación en el área de Deportes ofrece conocimiento sobre los beneficios de la práctica deportiva para el cuidado de la salud. FUNIBER patrocina en este sentido la Maestría en Actividad Física y Salud.

Fuentes: El deporte, una oportunidad de inclusión para las personas con autismo

Información básica sobre el trastorno del espectro autista

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