Un informe publicado recientemente muestra que ocho zonas de conflicto en el mundo reúnen a 56 millones de personas que sufren hambre y necesitan ayuda humanitaria urgente
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) lanzaron recientemente un estudio que muestra la situación precaria de las personas que necesitan ayuda alimentaria urgente.
Esta población, estimada en 56 millones de personas, vive en ocho zonas de conflicto que son Afganistán, la República de África Central, la República Democrática del Congo, Sudán del Sur, Yemen, Somalia, Siria y el Lago Chad .
De acuerdo con el estudio, la necesidad de ayuda alimentaria urgente en estos lugares muestra cómo los conflictos provocan una situación de hambre permanente que puede llevar a la muerte de millones de adultos, niños y personas mayores.
El Director General de la FAO, José Graziano da Silva, lamentó que detrás de las tasas presentadas en el estudio, «inaceptables en el siglo XXI», haya millones de personas reales muriendo de hambre.
El estudio divulgado es el quinto de una serie publicada desde junio de 2016 para informar a los miembros del Consejo sobre la cuestión de la inseguridad alimentaria. El objetivo es reforzar la necesidad urgente de resolver conflictos para acabar con el hambre a partir de acciones coordinadas.
Difícil acceso a la ayuda humanitaria
Un dato importante muestra que la violencia contra la ayuda humanitaria en estos conflictos dificulta el trabajo de los asistentes sociales que intentan llevar alimentos a las poblaciones vulnerables.
El Director Ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos, David Beasley, afirmó que es necesario mejorar los accesos a las zonas de conflicto «para poder llegar más rápido a los civiles que necesitan de nuestra ayuda», dijo. No obstante, Beasley reconoce que lo mejor sería «el fin de las guerras».
El informe subraya que la Resolución 2417 del Consejo de Seguridad de la ONU condena el uso del hambre como arma de guerra. Con ello, espera que las partes involucradas en los conflictos no permitan que se produzcan impactos de las operaciones militares sobre la producción y la distribución de los alimentos.
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Fuente: Aumenta el hambre provocada por los conflictos
Estudio: Monitoring food security in countries with conflict situations (Issue No.5)
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