Una escuela pública, en la ciudad de Rio de Janeiro, es la primera en ser reconocida como sustentable en América Latina, ya que integra proyectos de ciudadanía y sustentabilidad en las materias del currículo básico
El año pasado, en un evento realizado en São Paulo, en Brasil, reunió a educadores, inversionistas, emprendedores, estudiantes y profesionales vinculados a la área de educación para debatir la innovación en este sector, inspirar y orientar sobre estrategias en los centros educativos. El evento, llamado Transformar, presentó prácticas innovadoras de todo el mundo.
En este encuentro, el Colegio Estadual Erich Walter Heine, ubicado en la zona oeste de la ciudad de Rio de Janeiro, ha presentado la experiencia que viene desarrollando para la formación ciudadana y conciencia ambiental que se presenta como un éxito. La escuela ha sido la primera de América Latina a ser reconocida como sostenible por el Green Building Council, institución que defiende la construcción de edificios verde, con el objetivo de disminuir el calentamiento global y la conservación de los recursos naturales.
La escuela fue inaugurada en 2011, y la construcción fue realizada con convenio de la compañía siderúrgica ThyssenKrupp CSA, junto con los gobiernos. En la obra, el tejado tiene una forma que facilita la entrada y la salida del aire, además de contar con una vegetación especial para disminuir la absorción de calor y reabsorber el agua de la lluvia. El suelo del aparcamiento tiene material permeable construido desde plástico reciclado que permite el pasaje de agua y aire, evitando bolsas de agua. El borde de la piscina fue hecha con material que reduce absorción de calor. El edificio aún utiliza lámparas LED y placas solares.
El espacio también integra el proyecto pedagógico de la escuela que desarrolla de manera transversal prácticas sustentables sobre reciclaje y con el mantenimiento de los espacios, entre otros. Los alumnos, que asisten a las clases en horario continuo, aprenden a través de proyectos integrados los contenidos de las materias del currículo básico.
La maestra de artes, Michélle Santoro, afirma que la práctica de la sustentabilidad es también llevada para las relaciones entre los alumnos, y percibida en los comportamientos de ellos. “Como trabajamos mucho las relaciones interpersonales, incentivamos los alumnos a ser ciudadanos conscientes, somos una escuela que no tiene basura en el suelo. Eso parece poco, pero ya estamos formando alguien con noción de su papel en el mundo”, dijo.
La construcción de la escuela tuvo como inversión inicial el montante de $16 millones de reales. Como la escuela reduce en hasta el 40% el consumo de energía, consiguió ahorrar $5 mil de reales en las cuentas mensuales de luz y agua.
Los profesionales interesados en la innovación, pueden capacitarse con los cursos de maestría y doctorado patrocinados por FUNIBER en el área de Educación.
Fuentes: C.E. ERICH Walter HEINE ES LA PRIMERA ESCUELA SUSTENTABLE DE AMÉRICA LATINA
Foto: Divulgación/SEEDUC