Japón es el país con más centenarios, y no hay otro país que se acerque a ese nivel de longevidad. ¿Por qué los japoneses viven más que el promedio mundial?
Numerosos estudios han analizado si la comida japonesa es el factor más importante para asegurar una vida más larga. Según una revisión reciente extraída de 39 estudios sobre la dieta y la salud japonesas, los alimentos que podrían estar asociados con una expectativa de vida más larga serían los frutos del mar, las verduras, la soja y productos relacionados.
El investigador de epidemiología Shu Zhang, del Centro Nacional de Geriatría y Gerontología de Japón, comenta que estos son realmente alimentos que generalmente están menos asociados con factores de riesgo de problemas cardíacos, pero hay una falta de datos sólidos, especialmente sobre su vínculo con los cánceres.
Tsuyoshi Tsuduki, profesor asociado de Alimentos y Biociencia Molecular en la Universidad de Tohoku en Japón, ha estado analizando este tema junto con su equipo de investigación en un estudio con ratas. En el experimento, observaron que las ratas alimentadas con la dieta japonesa tenían niveles más bajos de grasa en el abdomen y la sangre, a pesar de comer la misma cantidad de grasas, proteínas y carbohidratos que la dieta estadounidense.
Sin embargo, una pregunta importante se refiere a los cambios en la dieta japonesa a lo largo de los años. El equipo investigó el cambio en los tipos de alimentos consumidos de acuerdo con las dietas nacionales en 1960, 1975 y 2005, durante ocho meses, en ratas. Al comparar los efectos de la alimentación entre los conejillos de indias, notaron que en la dieta de 1975, rica en algas y mariscos, verduras, frutas y especias fermentadas tradicionales, había un menor riesgo de diabetes y enfermedades relacionadas con la grasa del hígado.
Con este primer resultado entre ratas, el grupo de investigadores aplicó otro experimento en individuos con sobrepeso y peso normal, dividiéndolos ahora en grupos que siguieron la dieta de 1975 y la dieta actual. El resultado mostró que quienes siguieron una dieta hace décadas tuvieron una mayor reducción de peso y mejores niveles de colesterol.
Entonces, ¿qué hay en la dieta de 1975? Según el estudio, los efectos positivos se asocian más a los hábitos que a los propios alimentos. Por ejemplo, los alimentos se cuecen al vapor o se hierven, se sazonan con ingredientes en lugar de tanta sal y azúcar. Y sobre todo, la variedad de alimentos que se consumen en pequeñas porciones, preparados de forma sana y con moderación, como verduras, legumbres, verduras y frutas.
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Fuente: BBC Future
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