Investigadores españoles consiguieron asociar la gordura concentrada en el abdomen con el riesgo más alto de sufrir derrames, entre mujeres
En España, la primera causa de muerte entre las mujeres y la segunda entre los hombres es el infarto cerebral isquémico, o derrame. Para analizar como el índice de masa corporal y la obesidad abdominal actúan como factores de riesgo, encuestadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) han realizado un estudio con 388 pacientes tratados de derrame y 732 voluntarios saludables como grupo de control.
Las conclusiones del estudio, publicadas en la revista European Journal of Neurology, muestran que la obesidad abdominal aumenta el riesgo de derrame entre las mujeres y el mayor número de índice corporal actúa como factor de protección entre los hombres.
El derrame isquémico ocurre cuando parte del cerebro deja de recibir sangre de manera repentina, debido a la oclusión de alguna de las arterias. Además de la obesidad, otros factores de riesgo asociados son las interacciones ambientales, genéticas y sistémicas.
Los datos estadísticos han mostrado que el índice de masa corporal (IMC) más alto se puede relacionar con menos casos de derrames entre los hombres. “Eso concuerda con la denominada ‘paradoja de la obesidad”, que relaciona la obesidad con una menor mortalidad y recurrencia de AVC. Por otro lado, la obesidad abdominal, considerada independientemente del IMC, constituye un factor de riesgo para ambos sexos, aunque más amplio en las mujeres”, afirmó la Dra. Ana Rodríguez, neuróloga e investigadora del Hospital del Mar.
La investigadora continúa explicando que “el índice de masa corporal no es un indicador fiable para detectar el riesgo de ictus, ya que nos informa del peso, pero el peso se puede deber a la gordura – que es la que más aumenta el riesgo de sufrir ictus – y del peso de la masa delgada. Personas muy corpulentas y con mucha masa muscular pueden tener un IMC muy elevado y no tener gordura”.
Los investigadores recomiendan una dieta equilibrada y la práctica de ejercicio adecuado para disminuir la obesidad abdominal, y así, aportar para la disminución del riesgo de AVC.
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Fuente: La obesidad abdominal aumenta más el riesgo de sufrir un ictus en mujeres (JANO)
Estudio: European Journal of Neurology (2016), doi: 10.1111/ene.13216
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