Eficacia, flexibilidad y orientación al cliente son enfoques de la gestión empresarial japonesa según expertos
Japón es una de las principales potencias económicas mundiales, siendo el mayor acreedor internacional y la segunda potencia económica mundial, produciendo $4.94 billones de dólares, aproximadamente el 12% del PIB Mundial.
Según el portal de Noticias Pymes, Autónomos y Emprendedores (CEPYMEnews), el economista estadounidense Edwards Deming ha influenciado de forma notable en la gestión de la calidad empresarial de las empresas japonesas a partir de la Segunda Guerra Mundial.
Por esta razón, en Japón se estableció el primer premio a la Calidad en 1951 en honor a W. Edward Deming, un premio global a la calidad de enorme prestigio que reconoce tanto a individuos por sus contribuciones o investigaciones en el campo de la Gestión de la Calidad Total, como a negocios que la han aplicado exitosamente.
Para alcanzar una buena Gestión de Calidad Total, Deming propone una serie de aspectos a desarrollar en las organizaciones:
- Mejorar los procesos de la organización, tanto en los productos y servicios como en el desempeño de los trabajadores.
- Alcance de una alta dirección en la mejora de la calidad y la productividad, promoviendo entre los trabajadores los conceptos y principios necesarios.
- Formación constante de los trabajadores a fin de mejorar la capacitación y adaptarse a los cambios.
- Establecer un programa de motivación de los trabajadores a fin de estimular prácticas de educación permanente.
- Mejorar los productos y servicios.
- Aplicar pruebas de calidad basadas en métodos estadísticos, en lugar de depender de inspecciones masivas. El objetivo debe ser ayudar al personal a desempeñar mejor su labor.
- Eliminar barreras entre las áreas y las personas de la organización, con el fin de facilitar una comunicación bilateral en todos los niveles. Esta comunicación favorece el trabajo en equipo y la cooperación para alcanzar los objetivos comunes de la empresa.
- Inspirar en los trabajadores el sentimiento de lealtad a la empresa, así como el orgullo por sus logros y habilidades personales.
Asimismo, Emiliano Ferreyra, experto en gestión empresarial, afirma que en Japón, el éxito de las empresas radica en que estas son capaces de crear y difundir eficacia y orientación por toda la organización, transformándolo en nuevas tecnologías y productos, logrando así una innovación continua.
El principio fundamental del diseño organizacional en las empresas japonesas es la redundancia: la superposición consciente de información de la empresa, actividades de negocios, y responsabilidades ejecutivas.
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Fuente: Gestión de la calidad total: el secreto de las empresas japonesas
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