Algunos escolares se sienten incapaces y aislados cuando practican deportes, pero diversos estudios demuestran que estos problemas pueden evitarse.
Muchos niños han aprendido a asumir que las matemáticas, la lengua o la educación física son cosa de los que han nacido para ello, y no es posible cambiarlo, y lo peor es que hay muchos profesores y padres que también lo creen así. Nada más lejos de la realidad. Es necesario desmontar ese mito.
Estos estudiantes se caracterizan por una baja motricidad, más intensa y persistente, pero que mejora cuando se atienden sus necesidades. El mayor número de niños con baja competencia motriz son los que no han practicado o no han tenido un entorno que les anime a moverse, y que cambian más rápidamente cuando se les ofrecen oportunidades y una enseñanza adecuada para mejorar.
Las pruebas han demostrado que este problema es de naturaleza multifactorial. Un entorno poco estimulante, junto con la existencia de posibles problemas neurológicos, problemas metabólicos o problemas de la madre durante el embarazo (incompatibilidad sanguínea, ingesta de medicamentos o deficiencia de vitaminas) podrían ser la causa de estas dificultades.
Todo esto nos dice que moverse con dificultad en la escuela no es estrictamente una cuestión de músculos y tendones, sino que es más global, y afecta a toda la persona, ya que moverse mal es también un problema para sus emociones y sus percepciones de competencia, limitándolos en sus decisiones de practicar o no.
Estar en buena condición física favorece mejores resultados en la escuela, de ahí la importancia de conseguir que los niños se sientan capaces de afrontar las clases de educación física, evitando que vivan el mundo de las actividades físicas y deportivas como una «tortura».
Algunas ideas son animar al alumno a tener buenas clases de educación física tres o cuatro veces a la semana, a salir a pasear por el parque o el bosque, a montar en bicicleta por el campo, a nadar, a correr en un parque o en una pista de atletismo, a jugar al baloncesto, al fútbol o a patinar.
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- Maestría en Psicología de la Actividad Física y del Deporte
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Fuente: Ningún niño está predestinado a ser torpe: cómo animarles a practicar deporte
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