Día Internacional de la Mujer: Es necesario mejorar el acceso a los servicios sanitarios

En el marco del Día Internacional de la Mujer, entrevistamos a la profesora de la red universitaria con la que colabora FUNIBER, Stefania Carvajal Altamiranda, para conocer más sobre uno de los desafíos más importantes para la salud de la mujer: el acceso al atendimiento universal a los servicios médicos

Promover la igualdad entre sexos, promover el empoderamiento de la mujer y mejorar la salud materna. Estos son algunos de los objetivos de Desarrollo del Milenio, para el año 2030, agenda adoptada por la ONU en 2015. Para lograr estas metas, una de las cuestiones centrales es el cuidado a la salud de las mujeres. Aprovechamos esta fecha para analizar cuáles son los desafíos y las medidas necesarias para mejorar los servicios sanitarios a las mujeres en todo el mundo.

Stefania Carvajal es profesora del área de Salud de la Universidad Internacional Iberoamericana – UNINI Puerto Rico. Es médica con maestría en Dirección Estratégica de Organizaciones de Salud, y participa en el grupo de investigación en Genética y Medicina Molecular de la Universidad del Norte, en Colombia.

¿Podría indicar los desafíos más importantes para garantizar el acceso médico a las mujeres, de manera universal?

Día Internacional de la Mujer

Es importante tener en cuenta los factores socioculturales que pueden determinar, en diferentes regiones, qué servicios de salud son accesibles a las mujeres, con qué restricciones y calidad.  Según la Organización Mundial de la Salud – OMS, las desigualdades en las relaciones de poder entre hombres y mujeres, las normas sociales, la atención exclusiva a las funciones reproductoras y las situaciones de violencia física, sexual y emocional son desafíos que deben ser observados para garantizar la asistencia médica universal.

La Estratagia Mundial 2016-2030, definida para cumplir con objetivos de desarrollo sostenible, espera lograr una cobertura sanitaria universal. Para esto, los gobiernos, junto a las instituciones deben implementar políticas y estrategias de intervención como por ejemplo:

  • Derecho humano al grado máximo de salud que se pueda lograr, respetando la dignidad y los derechos humanos de la mujer.
  • Garantizar el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos los de planificación de la familia, información y educación: Para esto se deben asignar los máximos recursos disponibles y realizar intervenciones eficaces, incluyendo como servicios gratuitos seguros la planificación familiar, atención prenatal, servicios obstétricos de emergencia y maternidad.
  • Garantizar sin prejuicio ni discriminación la salud sexual en la mujer y adolescente por personal capacitado, con respeto a la intimidad y confidencialidad, incorporando en las políticas y los programas sanitarios enfoques basados en los derechos humanos y en consideraciones de equidad y de género.
  • Mejorar la orientación a la equidad de los sistemas de información sanitaria y su capacidad para reunir y analizar datos sobre la desigualdad sanitaria e informar al respecto.
  • Asegurar a las mujeres de zonas rurales e indígenas el acceso adecuado a la atención médica.
  • Garantizar la atención a las necesidades de las mujeres con discapacidades tanto físicas como mentales.
  • Apoyo al personal sanitario para la prestación de atención de buena calidad en todo el mundo u abastecimiento de productos básicos.

Entre las enfermedades más comunes entre las mujeres, ¿hay correlación entre la falta de acceso a servicios sanitarios y el desarrollo de estas enfermedades?

Desafortunadamente sí, existe una correlación entre el desarrollo de las enfermedades más comunes en la mujer y la falta de acceso a los servicios sanitarios, que además pueden prevenirse con intervenciones eficaces. Esto ocurre especialmente en los países en desarrollo donde no hay una buena cobertura en la atención sanitaria. Por ejemplo, el 83% de las muertes por cáncer cervicouterino ocurre en países en desarrollo donde los programas de tamizaje no están bien institucionalizados o son muy poco eficaces.

El año pasado, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) resaltó el papel de la participación de la mujer en el mercado laboral y la participación social en salud, generado por las dificultades para obtener dinero necesario para recibir tratamientos. ¿Cómo las políticas públicas deben tener en cuenta esta relación para poder garantizar la protección de la salud para las mujeres?

Especialmente, adoptando medidas que impidan la violación de los derechos de la mujer y eliminando los obstáculos para el acceso a los servicios de atención médica. Para la presión de las políticas públicas para la protección a la salud femenina, es importante analizar los honorarios altos de servicios, las leyes que penalizan ciertas intervenciones médicas que afectan exclusivamente a la mujer, las restricciones por necesidad de autorización previa del cónyuge, padre o autoridades sanitarias para la realización de ciertos procedimientos o tratamiento, entre otros factores que se debe tener en cuenta.

La maternidad es una cuestión central en este debate. Por ejemplo, las adolescentes que son madres, la mortalidad infantil relacionada a la salud de la madre, la cuestión de la planificación familiar en países en desarrollo, entre otros. ¿Cuáles son los datos sanitarios que deberían orientar a las políticas públicas en este sentido?

Efectivamente las funciones reproductoras, y el cuidado con la niñez y la familia, son aspectos relevantes para la vida, y por supuesto, para la salud de las mujeres. Sabemos que hay un alto número de embarazos prematuros y no deseados, que pueden generar abortos peligrosos, complicaciones de embarazo e infecciones. De hecho, se estima que hay 225 millones de mujeres en el mundo con necesidad de planificación familiar desatendida y aproximadamente el 52% de las defunciones maternas durante el embarazo, durante el parto o poco después del parto, que podrían evitarse si se realizase un acompañamiento adecuado. Además, entre las jóvenes, las complicaciones durante el parto o el embarazo representan una de las principales causas de muerte.

¿El acceso a la formación puede colaborar para mejorar la atención sanitaria a las mujeres? ¿De qué forma los programas de maestría o doctorado como los patrocinados por FUNIBER podrán fomentar la ayuda al atendimiento médico?

Claro que sí, una de las claves para mejorar la atención sanitaria a las mujeres es asegurando que tengan las mismas oportunidades que los hombres en el acceso a programas de educación ya que las mujeres contribuyen mucho a mejorar el acceso a servicios sanitarios y la calidad de atención al representar la mayoría de profesionales que forman parte del personal sanitario.

Principalmente los programas de maestría o doctorado de las áreas de Salud y Nutrición patrocinados por FUNIBER ofrecen una formación accesible, para que profesionales del sector puedan adquirir conocimientos actualizados sobre los sistemas de salud. También, entre los alumnos, se promueve la investigación que representa un paso importante para el avance del conocimiento, y de estrategias para resolver los problemas sanitarios.

Para saber más:

– Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible:

http://www.un.org/sustainabledevelopment/es/2015/09/la-asamblea-general-adopta-la-agenda-2030-para-el-desarrollo-sostenible/

– Estrategia Mundial para la Salud de la Mujer, el Niño y el Adolescente (2016-2030):

http://www.who.int/maternal_child_adolescent/documents/women-deliver-global-strategy/es/

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