Según un estudio, el alto consumo de azúcares añadidos aumenta los síntomas de fragilidad en los adultos mayores, como un bajo nivel de actividad física y pérdida de peso involuntaria
Una investigación coordinada por la Universidad Autónoma de Madrid encontró que los adultos mayores que suelen consumir muchos azúcares añadidos tienen más riesgo de desarrollar fragilidad.
El estudio, publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, se llevó a cabo con datos de 1.973 adultos mayores de más de 60 años, a los que se les realizó encuestas dietéticas entre 2008 y 2010 sobre el consumo de azúcares añadidos. Posteriormente, se hizo un seguimiento de los participantes hasta el 2012-2013, momento en que se evaluó su fragilidad.
A través de los resultados, los investigadores descubrieron que los participantes que consumían más de 36 gramos al día de azúcares añadidos tenían más posibilidades de desarrollar fragilidad en comparación con los que consumían menos de 15 gramos. Otro de los descubrimientos es que los azúcares que están presentes de forma natural en los alimentos no tienen relación alguna con la fragilidad.
Martín Laclaustra, uno de los autores de la investigación, explica en el periódico El Espectador que la fragilidad se detecta cuando las personas muestran síntomas de cansancio, de baja actividad física, lentitud al caminar, pérdida de peso no intencional y debilidad muscular.
En este caso, según el estudio realizado, los componentes de fragilidad que se asociaron más estrechamente con los azúcares añadidos fueron el bajo nivel de actividad física y la pérdida de peso involuntaria.
Laclaustra explica que a partir de estos síntomas, la fragilidad se expresa con un mayor número de caídas, más discapacidad, institucionalización y muerte prematura. Este experto añade que todos estos riesgos se pueden combatir con una alimentación saludable, con actividad física y con una disminución de la polifarmacia.
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Fuente: Los azúcares de alimentos procesados aumentan la fragilidad en personas mayores
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