Estudio calcula estimaciones y muestra eficacia de la inmunización contra el neumococo e Hib para evitar muertes infantiles desde el año 2000, cuando la vacuna comenzó a aplicarse en países en desarrollo
Un estudio realizado por investigadores de la Escuela Bloomberg de Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos, indica que durante los años 2000 y 2015 hubo una caída brusca de las muertes infantiles causadas por la neumonía, la meningitis, el neumococo y el ‘Haemophilus influenzae tipo b’ (Hib).
Esta disminución está relacionada con la introducción de vacunas contra estos patógenos en países con alto nivel de incidencia. Los investigadores desarrollaron una estimación para cada país y para cada año de los casos de muerte infantil y estas enfermedades. También se analizó la estimación de la cobertura de las vacunas de la Organización Mundial de la Salud y UNICEF.
Los resultados del estudio, publicados en la revista ‘The Lancet Global Health’, indican que tanto Hib como el neumococo causaron muchos menos casos de enfermedades graves y muertes en niños en 2015 en comparación con el año 2000. Estas cifras sugieren disminuciones del 90% en el caso del Hib y un 51% en el caso del neumococo.
Sin embargo, uno de los autores del estudio, Brian Wahl, resalta que la mortalidad disminuyó en todas las causas, debido también a otros factores generales como mejor higiene y acceso a la atención sanitaria. Pero hay pruebas de que las vacunas fueron específicamente responsables de una reducción considerable de las muertes infantiles.
Las conclusiones del estudio son indicativas y refuerzan la lucha a favor de la inmunización universal. Con estas estimaciones, se espera reunir más esfuerzos para reducir los números de muertes por Hib y las enfermedades neumocócicas, que matan a unos 900 niños en todo el mundo.
La mitad de los casos fatales en los niños de neumococo en 2015 ocurrieron en sólo cuatro países: Nigeria, República Democrática del Congo, Pakistán y India. Según Wahl, ahora «la carga de estas enfermedades se limita a un pequeño número de países que aún no han introducido la vacuna o no se ha aplicado por completo», dice.
En muchos países, las vacunas conjugadas contra Hib vienen aplicándose durante tres décadas. En estos lugares, la enfermedad prácticamente dejó de ser una amenaza para la salud pública. Sin embargo, varios países en proceso de desarrollo comenzaron a recibir la vacuna hace una década, y ahora empiezan a ver los resultados.
El investigador destaca que los países grandes deben esforzarse más para impedir estas enfermedades. «Estas bacterias todavía causan muchas muertes infantiles», lamentó.
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Estudo: Enfermedad por neumococo y Haemophilus influenzae tipo b: mover números en la dirección correcta
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