Algunos de estos modelos de gestión inmobiliaria ya funcionan desde hace años en el centro y norte de Europa.
El cohousing, las viviendas colaborativas, o las Eco Aldeas han irrumpido poco a poco en Europa, y, recientemente en España, ante la crisis inmobiliaria.
En el caso de las personas mayores, son muchos los factores que han propiciado el cambio a estas nuevas formas de entender los hogares: la soledad no deseada, el envejecimiento activo o el aumento de la esperanza de vida.
Algunas de las iniciativas surgidas en los últimos años son las siguientes:
- Cohousing (Covivienda): en este tipo de domicilios coexisten espacios privados y comunes, por lo que sus usuarios se benefician de ciertas actividades colectivas. Se trata de una alternativa a las residencias de ancianos, donde la autogestión es el pilar fundamental.
- Ecovillages (Eco Aldeas): en estas viviendas tiene una gran importancia el desarrollo sostenible entre sus residentes.
- Viviendas colectivas: con un uso más extendido en Suecia, este modelo se basa en un edificio colectivo de apartamentos con prestaciones, gestionados por los propios vecinos, y servicios comunitarios.
“Diversos estudios muestran que el cohousing mejora la calidad de vida de quienes residen en él, ya sean personas jóvenes o adultas mayores. Los lazos que se establecen en este tipo de comunidades y la ayuda mutua que se promueve en ellos, facilitan que las personas sientan una mayor autoestima, tengan una importante red de apoyo y se sientan reforzados y, por tanto, en ese aspecto relacional aumente su calidad de vida”, señala Elsa Gummá, coautora del estudio ‘El bienestar emocional como predictor de calidad de vida en los senior co-housing’, en el sitio web Muhimu.
FUNIBER patrocina una gran variedad de programas universitarios centrados en diferentes aspectos relacionados con el área de la Gerontología, como, por ejemplo, la Especialización en Gerontología Social.
Fuente: Cohousing para personas mayores: definiciones y conceptos.
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