La población española, con una de las esperanzas de vida más altas del mundo, afronta un problema que se alarga en el tiempo, ante la falta de medios que prevengan de desapariciones de adultos mayores.
“Venimos alarmando, desde 2013, que cada vez son más los que desaparecen. El año pasado quedaron sin encontrar 454 (350 denuncias activas, según el Centro Nacional de Desaparecidos). La crisis produjo un impacto en esta cifra porque cerraron muchos centros de día y muchas de las personas que tenían cuidador o estaban en una residencia no pudieron seguir costeándose este servicio», critica el presidente de la asociación SOS Desaparecidos, Joaquín Amills.
El responsable de la organización revela que, aunque el número de personas mayores de 65 años que desaparecen es muy bajo, también lo es la cifra de desaparecidos que encuentran: “De 90 denuncias al día, dos o tres no se encuentran y de esas, la mitad son personas de edad”.
Ante la alarma por aquellos ancianos que padecen alguna enfermedad neurodegenerativa, como el Alzheimer, se han patentado utensilios que permiten a la familia conocer el paradero de su familiar en todo momento. Concretamente una firma japonesa ha lanzado al mercado un calzado con una tecnología GPS. También existen otras iniciativas con la misma función, como el georreloj.
Desde el Centro Nacional de Desaparecidos, organismo que depende del Ministerio de Interior, señalan que la rapidez es clave para resolver la gran mayoría de casos. “Aunque pase el tiempo, hay que decir que la búsqueda no cesa”, concluyen desde la dirección del centro.
FUNIBER patrocina una gran variedad de programas universitarios centrados en los diferentes procesos que tienen lugar en la vez, siendo uno de ellos, la Maestría en Gerontología.
Fuente: El número de mayores desaparecidos aumenta cada año, pero se puede prevenir.
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