¿Qué es el benchmarking?

Se trata de un método que se basa en comparar los servicios y sistemas de trabajo de la competencia con la propia organización para así encontrar fórmulas de mejora

El benchmarking es un método que consiste en tomar como referencia propuestas, servicios y formas de trabajo de una empresa líder en el sector para luego compararlos con la propia organización. A partir de aquí, estos métodos y estrategias servirán para implementar mejoras en la empresa.

Como explica el portal El blog Salmón, una de las ventajas del benchmarking es que introduce a la empresa en la cultura del cambio y del aprendizaje continuo. Permite que las organizaciones estén constantemente receptivas a los cambios, sabiendo que las fórmulas que funcionan ahora no serán siempre las mismas.

Otra ventaja es que permite situar a una empresa respecto a su competencia y descubrir cosas de sí misma que quizá no sabía. Permite identificar los puntos fuertes y puntos débiles de una organización para luego poder avanzar.

En El Blog Salmón también destacan que el benchmarking es un método simple y económico de encontrar mejoras en la gestión de una empresa.

Tipos de benchmarking

Existen diferentes tipos de benchmarking: el competitivo, el interno y el funcional.

  • Externo o competitivo: Tal como dice su nombre, consiste en fijarse en los productos, servicios y métodos de los competidores para hacer una comparación con la propia empresa. Según el especialista en marketing Roberto Espinosa, este quizá es el tipo de benchmarking más difícil de llevar a cabo porque al tratarse de la competencia, la recopilación de datos es más costosa.
  • Interno: Se realiza dentro de la propia organización y sirve para identificar qué métodos son más eficaces de entre todos los que utilizan los diferentes departamentos. El experto en marketing e ingeniería industrial Luis Miguel Manene destaca que el punto a favor de este sistema es que motiva a los empleados a que se comuniquen entre sí y estimula la solución conjunta de problemas. No obstante, hay dos aspectos a considerar. El primero es que la información que se recopila puede tener un enfoque limitado y el segundo es que pueden existir prejuicios en la empresa que interfieran en los resultados.
  • Funcional: Consiste en identificar y estudiar los métodos y estrategias de otra empresa para luego aplicarlos en la organización. No tiene por qué ser una empresa de la competencia sino cualquier organización que destaque por algún hecho concreto. Según Espinosa, estos estudios y comparaciones suelen ser más fáciles de llevar a cabo porque al no tratarse de una empresa de la competencia la información está más al alcance.

Para empezar a realizar un proceso de benchmarking primero se debe hacer una planificación e identificar las dudas que se quieran resolver. A continuación, se deben recopilar los datos de la organización con la que se quiera realizar la comparación y después se deben analizar los datos.

Los siguientes pasos consisten en aplicar las estrategias de mejora y redactar un documento con la información útil que se ha recopilado a lo largo del proceso.

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Fuente: Benchmarking: qué es, tipos, etapas y ejemplos

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