Los softwares de reconocimiento facial o los electroencefalogramas son métodos para detectar cómo reacciona el cerebro ante determinados estímulos
La neuropolítica es una rama de la neurociencia que se centra en comprender cómo actúa el cerebro humano, qué reacciones y estímulos tienen las personas con respecto a la política y sus formas de comunicación.
Como explican en el portal Neuromarketing.la, en la neuropolítica se utilizan recursos de la neurociencia para conocer la opinión del público y las emociones de los votantes. Existen diferentes métodos para ello como los softwares de reconocimiento facial, que se basan en capturar las emociones de cualquier rostro.
Un ejemplo de este tipo de softwares es el que impulsa la empresa Emotion Research LAB. Su tecnología permite capturar emociones, así como determinar dónde se fija la mirada. Aplicado en el ámbito de la política, este tipo de programas podrían servir para saber qué reacciones tienen las personas cuando ven un vídeo de propaganda electoral.
El programa de Emotion Research LAB puede medir las seis emociones universales (la tristeza, la felicidad, la sorpresa, el asco, el miedo y la ira), además de las 101 emociones secundarias y los ocho estados de ánimo. Cabe decir que muchas de estas expresiones no se muestran de forma abierta. Es por este motivo que se miden las microexpresiones, es decir, los movimientos involuntarios de los músculos del rostro.
Otra herramienta que utiliza la neuropolítica para conocer las reacciones de las personas son los electroencefalogramas, que funcionan de la siguiente manera: cuando las neuronas se comunican entre sí produciendo pequeñas señales eléctricas, llamadas impulsos, el electroencefalograma capta la intensidad de estos impulsos y los transmite en un gráfico. De esta forma se puede medir la actividad eléctrica del cerebro.
Por otra parte, también está la técnica de la imagen por resonancia magnética funcional (fMRI), una técnica no invasiva que permite obtener imágenes de la actividad del cerebro mientras realiza una tarea.
Como explican en el portal Neuromarca, la fMRI “no requiere inyección de sustancia alguna pero requiere que el sujeto se coloque en una máquina en forma de tubo”. Entonces, con la ayuda de un potente imán, se miden los cambios en el cerebro mientras el sujeto realiza determinadas actividades.
La neuropolítica permite detectar y medir, con la ayuda de la tecnología, cuáles son las reacciones de las personas cuando están en cualquier situación relacionada con la política y la comunicación política. En estos casos, como con los programas de reconocimiento facial, los softwares tienen un papel importante.
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Fuentes: Neuropolítica: herramientas para leer la mente
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