Si bien generalmente pensamos que estar dormido o despierto está claramente definido, condiciones como la parálisis del sueño desafían estos límites fijos.
La parálisis del sueño es una incapacidad temporal que ocurre inmediatamente después de quedarse dormido o despertarse. Estos episodios involucran elementos tanto del sueño como de la vigilia.
Si un individuo es consciente de cuándo su cuerpo entra o sale del sueño REM (del inglés rapid eye movement o movimiento ocular rápido), puede experimentar parálisis del sueño. Este es un trastorno común, y los científicos estiman una frecuencia aproximada de entre 8 a 50% en la población mundial.
Cuando alguien sufre de parálisis del sueño, en vez de quedarse dormido y despertarse tranquilamente, es posible tener la sensación de estar consciente pero incapaz de moverse. En algunos casos, puede incluir alucinaciones preocupantes y una sensación de asfixia.
Las alucinaciones durante la parálisis del sueño se dividen en tres categorías:
- Alucinaciones de intruso, que implican la percepción de una persona o presencia peligrosa en la habitación.
- Alucinaciones de presión en el pecho, también llamadas alucinaciones de incubo, que pueden provocar una sensación de asfixia.
- Alucinaciones motoras vestibulares, que pueden incluir sensaciones de movimiento (como volar) o sensaciones fuera del cuerpo.
La parálisis del sueño a menudo es angustiosa y las alucinaciones pueden hacer que los episodios sean aún más molestos. Por esta razón, alrededor del 90% de los episodios están asociados con el miedo.
La causa exacta de la parálisis del sueño no está clara, pero la investigación dice que se asocia con otras afecciones médicas y se puede observar con mayor frecuencia en personas que viven con una afección de salud mental.
Sin embargo, estudios demuestran que una inadecuada higiene del sueño siempre contribuye, en mayor a menor medida, a agravar cualquier trastorno del sueño.
Por lo tanto, si el entorno y las condiciones en las que se duerme y se despierta son controladas, hay menos posibilidades de vivir un episodio de parálisis del sueño. Algunos ejemplos son evitar la presencia de luz y ruido en la habitación, mantener la temperatura adecuada, y ser constante en la hora de dormir y despertar.
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Fuentes:
National Library of Medicine: “Lifetime Prevalence Rates of Sleep Paralysis. A Systematic Review”
Stanford Health Care: “Sleep Paralysis”
Sleep Foundation: “Mental Health and Sleep”
Universidad de la República Uruguay: “Trastornos del Sueño”
The Conversation: “Parálisis del sueño, una experiencia aterradora (pero a menudo sin consecuencias)”
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