El Gobierno español promueve un acuerdo entre empresas del sector alimentario para que se comprometan a reducir el azúcar, la sal y las grasas saturadas de los alimentos industrializados
España tiene una de las tasas más altas de obesidad en Europa, con un 54% de los adultos con sobrepeso y un 17% con obesidad. Para mejorar este índice, el gobierno español negoció con las empresas productoras de alimentos una reducción de aproximadamente el 10% de la sal, el azúcar y las grasas saturadas.
Casi 400 empresas de diferentes sectores como son los chips, refrescos, galletas, cereales para el desayuno infantil, purés y caldos, helados, jugos, panes, platos preparados, productos lácteos y salsas se sumaron a la iniciativa, y se comprometieron a reducir estos ingredientes de los productos elaborados.
La directora de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), Marta García Pérez, resalta dos impactos en el sector. Uno está relacionado con los procesos, que deberán ser reformulados en la industria alimentaria, y otro se relaciona con el consumidor, que probablemente encontrará productos con sabores modificados. Para evitar que el cambio sea demasiado repentino para el consumidor, se prevé un cambio gradual que se realizará durante dos años.
Para desalentar cualquier tipo de competencia desleal entre las empresas, el acuerdo con las grandes marcas también permitió que las pequeñas compañías se adhirieran. De esta forma se consigue que todas se esfuercen por mantener índices de sal, azúcar y grasas saturadas dentro de los niveles establecidos.
Pero este esfuerzo significa modificar el proceso de fabricación de los alimentos, que a veces requiere técnicas especiales que pueden limitar las empresas. La Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice), por ejemplo, afirma que la reducción de grasa saturada es una voluntad antigua que viene siendo investigada y probada permanentemente, aunque en el caso de la sal, ven que es más posible sustituir el ingrediente por otros condimentos.
En el caso del azúcar, algunas empresas encuentran más dificultades. Según una de las mayores empresas de azúcar española, Azucarera, el ingrediente es importante para dar volumen, textura, color, además de servir como punto de fusión y congelación de algunos alimentos. En una nota divulgada por el diario El País, la empresa afirma que en algunos casos, al reducir el azúcar, éste podría ser sustituido por grasas, lo que podría dar las mismas, o incluso más, calorías al nuevo producto.
Alimentos más saludables
De manera concreta, el acuerdo prevé la disminución del 14% de la sal de las patatas fritas, el 16% en las carnes procesadas y el 5% en las salsas. Con el azúcar, la propuesta es reducir el 5% en los pasteles, galletas y dulces, y el 10% en los jugos y bebidas refrescantes, entre otras medidas. Y con las grasas saturadas, se espera reducir el 10% en los chips y platos preparados, y el 5% en las galletas saladas, los snacks y los derivados de la carne.
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Fuente: Sanidad y la industria acuerdan reducir un 10% azúcares, sal y grasas de los alimentos
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