Durante el XVIII Congreso Latinoamericano de Nutrición, celebrado en México, se llegó a la conclusión de que el sistema chileno era un método positivo
A partir de junio de este año, los productos procesados que se vendan en el mercado de Perú tendrán una etiqueta con forma octogonal ubicada en la parte frontal. Se trata de una advertencia que indica si un producto es alto en grasas saturadas, azúcar, sodio o grasas trans y servirá para advertir a los consumidores sobre las consecuencias de consumir este tipo de producto. La etiqueta, además, llevará la frase “Evitar su consumo excesivo”.
Perú no es el primer país de América Latina que cuenta con este tipo de etiquetado, sino que copia un modelo de éxito que ya se adoptó en Chile en junio de 2016. Este país puso en marcha un sistema con etiquetas octogonales para conseguir que las personas descarten alimentos envasados que son potencialmente nocivos para la salud. Esta ley va acompañada de otras normas como limitar la presencia de azúcares, sodio, grasas saturadas y calorías por cada 100g de producto.
El pasado mes de noviembre, durante el XVIII Congreso Latinoamericano de Nutrición, celebrado en México, se evaluó la Ley de Etiquetado de Alimentos de Chile (20606), basado en el etiquetaje octogonal, y se llegó a la conclusión de que era un método muy positivo. De hecho, aparte de Perú, Uruguay también ha decidido adoptar esta misma medida, mientras que Canadá será el cuarto país en implementarla.
Cabe decir que quien valoró la efectividad de la ley chilena fue un informe realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Chile, la Universidad de Diego Portales y la Universidad de Carolina del Norte. Su conclusión fue que la implementación de la ley se ha asociado con cambios en ambientes alimentarios y en la conducta de las personas, particularmente niños, “que están en línea con ir mejorando la alimentación y salud de la población”.
Un sistema más directo
El portal El Comercio señala que antes de la aparición de las etiquetas octogonales se pensaba que el etiquetado en forma de semáforos era el más adecuado. Este indicaba a través de tres colores (rojo, ámbar y verde) cómo era de saludable ese producto. No obstante, posteriormente diversos estudios demostraron que los octógonos eran más efectivos al ser más simples y directos.
El objetivo de este etiquetado es invitar a los ciudadanos a reducir el consumo de productos que tengan estas etiquetas, y escoger otros que no las tengan, con el fin de combatir el sobrepeso y la obesidad. En este caso, la ley peruana de Alimentación Saludable incluye programas de educación nutricional, actividad física y quioscos saludables en las escuelas, entre otras iniciativas.
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Fuente: Impacto positivo de los octógonos de advertencia en Chile
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