En varias ciudades, una red de organismos competentes se une para realizar pruebas y detectar la presencia del coronavirus en las alcantarillas.
Un ejemplo sucedió en la ciudad de Belo Horizonte, en Brasil. Un proyecto, llevado a cabo conjuntamente entre la Agência Nacional da Água (ANA) y el Instituto Nacional de Ciência e Tecnologia em Estações Sostentáveis de Tratamento de Águas Residuárias, en colaboración con otras instituciones gubernamentales como el Instituto de Gestão da Água de Minas Gerais (Igam), ha llevado a cabo análisis durante el 11 de mayo y el 12 de junio. Los resultados sugieren que los valores indicados por la cantidad del virus encontrado en las alcantarillas de la ciudad fueron aproximadamente 50 mil casos, un número mucho más alto que el registrado por el Departamento de Salud Municipal, que oficialmente contó 3.094 casos en la misma fecha.
Los investigadores revelan que «el monitoreo de aguas residuales tiene el potencial de detectar portadores asintomáticos del nuevo coronavirus», según los autores del estudio. De hecho, varios otros estudios indican que este tipo de investigación puede ser una herramienta poderosa para detectar de antemano la propagación de la enfermedad.
En España, una red formada por varias instituciones como el Ministério para a Transição Ecológica e o Desafio Demográfico (MITECO), el Conselho Superior de Pesquisas Científicas (CSIC) y los estados observan las aguas residuales para aprender sobre la evolución de la pandemia y prevenir nuevos brotes de contagio.
Pretenden crear una plataforma para ofrecer información que pueda servir a agentes de diferentes sectores que actúan contra el contagio. Además, tienen la intención de establecer una red de contactos entre laboratorios y administradores de agua y alcantarillado para compartir información actualizada.
Además del potencial de diagnóstico y como herramienta contra COVID-19, conocer la presencia del coronavirus en las aguas residuales también puede ayudar a evitar los riesgos e impactos que puede tener en las aguas. Según la especialista en virología Caroline Rigotto, se desconoce el riesgo de transmitir este virus a través de las aguas residuales, pero al principio, el virus podría transmitirse por vía fecal-oral.
Sin embargo, señala que ningún estudio en el mundo ha demostrado la presencia de virus en el agua para consumo humano, cuando se trata, ya que «el cloro es extremadamente eficiente para eliminar el virus», dice.
En muchas regiones vulnerables, el contacto con las aguas residuales es una realidad. Además, las aguas residuales se descargan en las corrientes que atraviesan las ciudades. «Cualquier persona en contacto con esta agua podría contraer numerosas enfermedades, incluidas las causadas por varios virus», señala.
FUNIBER promueve el programa de Especialización en Gestión Integral del Agua, que aborda no tan sólo soluciones de depuración de final de línea como la mencionada, sino también la utilización racional del agua desde dos puntos de vista preventivos: por un lado, la moderación del consumo y, por otro, la reducción de la contaminación. En ambos casos se proporcionan un conjunto de buenas prácticas y medidas basadas en la reutilización, para disminuir el consumo de agua, tanto a nivel doméstico como industrial, siempre bajo la óptica del desarrollo sostenible.
Fuentes:
Red de control de aguas residuales
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