Desde pequeños, desarrollar hábitos saludables para el cerebro es de ayuda tanto para mantener este órgano como para favorecer un envejecimiento libre de secuelas neurológicas.
Algunas de las patologías neurológicas más prevalentes incluyen la migraña, el ictus, enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson y la epilepsia. Además, se estima que más de 500.000 personas en Estados Unidos murieron a causa de una enfermedad que afectó el cerebro solo en el año 2019.
El cerebro es uno de los órganos más importantes e intrincados del cuerpo humano. Es esencial para la supervivencia y la identidad humana. Nuestra propia existencia depende de que funcione correctamente en todos los sentidos. Se encarga de regular todos los procesos y actividades corporales, desde las más fundamentales como la respiración y los latidos del corazón hasta las más sofisticadas como el lenguaje o el pensamiento abstracto. Además de guardar nuestros recuerdos, también se encarga de la percepción y el procesamiento de la información, parte esencial para controlar las emociones y el comportamiento, la coordinación del movimiento y el almacenamiento de la memoria.
En cuanto a las cosas que no se deben hacer si se quiere cuidar el cerebro, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen diez hábitos que causan daño. Algunos de ellos son:
- Consumir grandes cantidades de azúcares. Su exceso puede provocar una inflamación crónica del órgano, alterando su función cognitiva relacionada con la concentración y la memoria
- No desayunar. Dado que según expertos es la comida más importante del día; el no ingerir nada por la mañana podrá provocar el mal funcionamiento del cerebro, propiciando enfermedades como diabetes u obesidad
- Fumar. Aparte de perjudicar a los pulmones, diversos estudios demuestran una asociación con el cerebro, con un mayor riesgo de generar Alzheimer. Asimismo, la sobreexposición a ámbitos contaminantes podría provocar un impacto similar.
- No dormir lo suficiente. Puede provocar la muerte de células cerebrales.
- Comer en exceso. El almacenamiento de sustancias residuales en forma de grasas hace que se endurezcan las arterias cerebrales, afectando a su funcionamiento.
- Consumir alcohol. Ingerir de manera regular y desproporcionadamente mata neuronas y reduce la velocidad en la que se transmiten los impulsos.
- El estrés y la violencia. Esto, además del aumento del riesgo a sufrir un accidente cerebrovascular, puede reducir las reacciones en el sistema nervioso.
- No realizar actividad física. Provocaría un envejecimiento exponencial del cerebro, aumentando el riesgo de padecer una enfermedad cerebral. Asimismo, la falta de estímulos mentales provocaría lo mismo.
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Fuente: Hábitos que debes evitar si quieres cuidar tu cerebro
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