La presión arterial alta, o hipertensión es un problema de salud importante que es común en los adultos mayores. A medida que el cuerpo humano envejece, las arterias se vuelven más rígidas, lo que hace que suba la presión arterial.
La presión arterial es la fuerza de la sangre contra las paredes internas de las arterias. Tiene fluctuaciones normales a lo largo del día: cae cuando el cuerpo está relajado o dormido, sube por la mañana y aumenta temporalmente cuando está bajo estrés o haciendo ejercicio.
Cuando el nivel de presión arterial en reposo es muy alto, puede cicatrizar, endurecer y/o debilitar los vasos sanguíneos. Si la hipertensión no se controla con cambios en el estilo de vida y medicamentos, puede provocar problemas de salud, como enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares, demencia vascular, problemas oculares y enfermedad renal.
Más del 50% de las personas mayores de 60 años tiene hipertensión. Los factores de riesgo más comunes incluyen dietas poco saludables (consumo excesivo de sal y grasas saturadas, bajo consumo de frutas y verduras), sedentarismo, consumo de tabaco y alcohol, sobrepeso u obesidad.
Los factores de riesgo no modificables incluyen antecedentes familiares de hipertensión, edad superior a 65 años y enfermedades coexistentes como diabetes o enfermedad renal.
La mayoría de las personas con hipertensión desconocen el problema porque es posible que no presente síntomas de advertencia. Por esta razón, es esencial que la presión arterial se mida y controle regularmente.
Algunos cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a prevenir y reducir la presión arterial alta incluyen:
- Dietas saludables para el corazón: una dieta equilibrada de verduras, frutas, cereales, proteínas, productos lácteos y aceites.
- Un peso saludable: el sobrepeso aumenta el riesgo de presión arterial alta.
- Reducir la sal: El cuerpo y la presión arterial se vuelven más sensibles a la sal (sodio). Limitar la cantidad de sal consumida puede ayudar.
- Ejercicio: La actividad física moderada, como nadar a paso ligero o nadar, puede reducir la presión arterial alta.
- No fumar: fumar aumenta el riesgo de hipertensión, enfermedades cardiacas, derrames cerebrales y otros problemas de salud.
- Consumir menos alcohol: beber alcohol puede afectar la presión arterial. Los hombres no deben tomar más de dos tragos al día y las mujeres no más de uno al día para reducir el riesgo de presión arterial alta.
- Manejar el estrés: Afrontar los problemas y reducir el estrés puede ayudar a reducir la hipertensión.
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Fuentes:
Hypertension Research: “STEP to blood pressure management of elderly hypertension: evidence from Asia”
World Health Organization: “Hypertension”
American Heart Association: “Hypertension Management in Older and Frail Older Patients”
Johns Hopkins Medicine: “Hypertension: What You Need to Know as You Age”
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