Preparar un testamento vital es una tarea acuciante ante el agravamiento de los síntomas del Alzheimer.
La Fundación Pasqual Maragall, especializada en la investigación del Alzheimer, destaca la necesidad de redactar un testamento vital para las personas afectadas por esta enfermedad neurodegenerativa.
El testamento vital es una de las fórmulas legales para asegurar que se cumple la voluntad del paciente. La incapacidad, o la autotutela son otras herramientas para actuar ante el avance de la enfermedad.
El testamento vital es definido por la esta fundación española como una “fórmula jurídica que permite trasladar instrucciones sobre tratamientos médicos. Este documento, que queda recogido en el historial clínico de la Sanidad Pública, facilita que los médicos puedan conocer y cumplir con las voluntades del paciente. Se trata de un documento que siempre puede ser revocado por el otorgante”.
Para que se cumpla con lo establecido es común designar un interlocutor que haga de mediador entre el equipo sanitario y el paciente y vele por el cumplimiento de las instrucciones previamente dispuestas.
En este documento, que debe pedirse ante notario y ronda un precio de 60 euros, pueden indicarse los deseos del paciente respecto a si desea ser atendido en casa, recibir o no asistencia religiosa, rechazar o garantizar una autopsia y permitir o no la donación de órganos para trasplantes o para destinarlos a la investigación. Incluso se puede dejar por escrito si, tras el fallecimiento, prefiere ser incinerado o enterrado.
FUNIBER patrocina numerosos programas universitarios centrados en abordar las diferentes vías de investigación y ramas vinculadas al área de Gerontología. Uno de los cursos ofrecidos es la Especialización en Gerontología Social.
Fuente: El testamento vital, ¿qué es y para qué se utiliza?
Foto: Todos los derechos reservados.