Evaluar las tareas es una de las cosas que, según los profesores, requiere más tiempo y energía. El entorno cambiante de las aulas debido a la covigilancia y a otros factores presenta una oportunidad ideal para cambiar la forma en que los profesores enfocan las tareas en el aula.
Una forma de hacer que las evaluaciones sean más eficientes y eficaces para los estudiantes es aplicar la retroalimentación en vivo, que les permite tener claridad sobre su rendimiento mientras están trabajando y no después. Una de las razones por las que este método funciona para los estudiantes es porque cuanto más se retrase la retroalimentación, menos recordarán los estudiantes el contexto de la misma. De esta forma, al final de la clase, cada estudiante será evaluado y los profesores ya sabrán quién necesita un poco de ayuda extra más adelante.
También hay que tener en cuenta diferentes formatos de feedback a la hora de enseñar. Estos diferentes tipos pueden utilizarse para diferentes alumnos, dependiendo de su estilo de aprendizaje.
La retroalimentación por escrito
Aunque quizás sea la que más tiempo requiere, puede ser beneficiosa para los alumnos que necesitan un poco más de orientación y se beneficiarían de tener comentarios por escrito.
La retroalimentación en toda la clase
Es beneficiosa con grupos más grandes que están relativamente al mismo nivel y ritmo con el material. En este caso, existe la oportunidad de compartir lo que la clase en su conjunto ha hecho bien y lo que pueden mejorar. Los comentarios individuales también pueden servir para destacar una actuación excelente.
El feedback de grupo
Es útil junto con el feedback de toda la clase para ofrecer orientación a grupos más pequeños dentro de la clase más grande. Esto es beneficioso cuando hay algunos estudiantes que no están comprendiendo el material tan rápidamente como otros.
La retroalimentación entre iguales
Aunque suele ser eficaz, puede resultar problemática cuando los compañeros no comprenden del todo los conceptos. Este método fomenta la autorregulación de ambas partes.
El feedback autorreflexivo
Tiene dos ventajas: fomenta la autorregulación durante el proceso de evaluación y el trabajo futuro. Esto podría convertir la autorreflexión en un hábito, lo que es bueno para que los estudiantes sean conscientes de su trabajo.
En general, integrar en el aula la retroalimentación en vivo a través de diferentes métodos no sólo es un dispositivo de aprendizaje eficaz para los estudiantes, sino que también disminuye el tiempo que los profesores dedican a tareas monótonas como la corrección de trabajos. De este modo, los profesores tienen más tiempo para hacer lo que mejor saben hacer: enseñar e interactuar con sus alumnos.
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Fuente: Flexible feedback saving teachers time
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