Pasamos el 85-90% de nuestro tiempo dentro de casa. Salir al exterior puede aportarnos muchos beneficios diferentes, aunque es importante priorizar a dónde vamos cuando estamos fuera.
Con la llegada de los días más fríos, lluviosos y oscuros, resulta muy tentador quedarse dentro, sentado en el sofá con un buen libro. Pero puede que estemos perdiendo nuestra salud si no pasamos más tiempo al aire libre.
Las recomendaciones para una buena higiene del sueño suelen centrarse en no recibir demasiada luz por la noche, pero la exposición a ella durante el día es igual de importante. Aunque por la noche es la luz artificial la que nos quita el sueño, la luz que recibimos durante el día debe ser natural, a ser posible, recibida directamente y no a través de una ventana.
Según un estudio publicado el año pasado en el Journal of Affective Disorders, el tiempo medio que los más de 400.000 participantes británicos pasaban al día en el exterior era de dos horas y media. Cada hora adicional se asoció con menos probabilidades de depresión y uso de antidepresivos, menor frecuencia de anhedonia y bajo estado de ánimo, menos neuroticismo y mayor felicidad autopercibida.
También está la relación entre el tiempo que pasamos fuera y la actividad física: fuera de casa tendemos a ser más activos (aunque sea un paseo), lo que también nos ayuda a sentirnos mejor.
En general, salir al exterior es útil en muchos sentidos, y debería hacerse más a menudo.
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Fuente: Dormir mejor, sentirse mejor: los beneficios de salir a la calle
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