Cambios en el diseño de las salas de espera

Las salas de espera son uno de los espacios que más frustración generan a las personas. El diseño juega en estos casos un papel esencial.

Además de ser considerados uno de los lugares más tediosos, con la proliferación de los casos de coronavirus, estos espacios son señalados como los causantes del aumento de contagios.

A pesar de su reputación, este espacio es indispensable en centros médicos, hospitales y, ajenos al campo sanitario, en escuelas, universidades y empresas de distinta índole.

La tecnología ha suavizado la frustración al medir los tiempos de espera en estas salas mediante el empleo de sistemas que permiten al usuario obtener un pronóstico del tiempo que permanecerán en su interior.

“La pandemia mundial y nuestra nueva comprensión de la interacción cara a cara no significa que hayamos eliminado la necesidad de esperar. Cortesía de la tecnología digital, hemos llegado a la era de la espera curada”, indica el diario Common Edge.

No solo los hospitales requieren de una innovación de sus espacios de espera. En los colegios, la entrada y salida de los estudiantes supone la llegada de un aluvión de padres y familiares, según el diario antes mencionado: “mientras que concentrar a las personas que esperan en la misma área crea desafíos de estacionamiento y seguridad, la cafetería local o las tiendas de comestibles son oportunidades minoristas para las empresas vecinas”.

El mobiliario, el color de las paredes y la iluminación son factores a tener en cuenta a la hora de diseñar una sala de espera, así como el servicio al que está destinada. Ante la preocupación por la crisis sanitaria, los sistemas de climatización y de aire acondicionado deben funcionar adecuadamente.

FUNIBER patrocina una gran oferta de programas universitarios destinados a aquellos profesionales que deseen rediseñar ciertos espacios y adaptarlos a las necesidades que plantea el escenario actual. Uno de los cursos ofrecidos es la especialización en Gestión de Proyectos de Arquitectura y Urbanismo.

Fuente: Why Do We Keep Building Waiting Rooms?

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