La pandemia de coronavirus ha provocado la construcción de centros de atención hospitalaria en tiempo récord, así como la reorganización de otros espacios.
El alto número de pacientes de coronavirus obligó, primero en China y posteriormente en el resto del mundo, a plantear la habilitación de espacios para atender adecuadamente a los enfermos.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), en conjunto con la Organización de las Naciones Unidas (OMS), elaboró al inicio de la pandemia un documento titulado “Recomendaciones para la reorganización y expansión de los servicios hospitalarios en respuesta a la COVID-19”. Las medidas propuestas se llevaron a cabo en numerosos hospitales.
Además de contar con los recursos humanos necesarios, el informe destacó la importancia de obtener el equipamiento médico adecuado: “debido a la mayor demanda de cuidados y tratamiento médico que requieren los pacientes de la COVID-19, es necesario que los hospitales cuenten con equipamiento médico, fármacos e insumos clínicos suficientes para responder de manera efectiva”. En países como España, se denunció la falta de equipos de protección para los sanitarios, lo que dificultaba la atención al paciente.
Para la organización de espacios, las organizaciones destacaron la importancia de realizar un triaje según la gravedad del enfermo. Aquellos con una sintomatología más leve pudieron volver a sus domicilios u otros centros habilitados para casos leves. Espacios alternativos como hospitales de campaña fueron un destino habitual en los primeros meses de la pandemia.
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