La tendencia es que cada vez más las aulas se adapten a las necesidades pedagógicas de los centros escolares y no al revés. Para ello se proponen espacios amplios y multiusos con mobiliarios coloridos
¿Las aulas de las escuelas tienen que ser todas iguales? ¿En vez de pupitres y sillas podrían tener otros elementos? Esta pregunta es la que se planteó el estudio de arquitectura Bjarke Ingels Group durante el diseño de la escuela WeGrow, un centro que forma parte de la compañía WeWork y que se ubica en el barrio de Chelsea de Nueva York.
Las aulas de esta escuela, pensadas para un aforo máximo de 15 estudiantes, se caracterizan por darle la vuelta a los entornos escolares tradicionales y reforzar la importancia de involucrar a los niños en un entorno interactivo. En ellas se pueden encontrar casas en el árbol, portales digitales y una granja vertical que, según los arquitectos, “promueven un ambiente de enseñanza inclusivo y colaborativo”.
A parte de WeGrow, hay otros proyectos en el mundo que replantean la estructura de las aulas escolares. Según un estudio de la Universidad de Salford, el entorno físico donde se desarrolla el aprendizaje puede variar el rendimiento de los alumnos hasta un 25%.
En el portal Aika explican que cada vez más se verán propuestas que irán en la dirección de la versatilidad, la transparencia y la polivalencia. Así, en los centros escolares en lugar de aulas habrá espacios educativos, y los pasillos serán espacios donde los estudiantes podrán desconectar, leer o compartir ideas con otros alumnos.
En Aika señalan que los nuevos modelos innovadores proponen acabar con el concepto de “aula” como unidad física y organizativa. Se propone utilizar espacios amplios y con diversos usos. “En esta línea, el profesor y los alumnos no deben adaptarse al espacio de que disponen sino que es el espacio el que debe adaptarse a sus necesidades y objetivos pedagógicos”, explican.
Una de las impulsoras de esta visión es la arquitecta holandesa Rosan Bosch, que propone aulas grandes, equipadas con mobiliario colorido y de formas curvas. Como destacan en Clarín, la propuesta de esta diseñadora pretende incentivar el trabajo en equipo, así como otras situaciones “donde el diseño se transforma en una herramienta que articula el proceso educativo”.
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Fuentes: Bjarke Ingels diseña micro escuela WeGrow en Nueva York
El diseño se cuela en las aulas
Foto: Página web WeGrow