Se trata de dispositivos que funcionan como las tarjetas contactless (pago sin contacto). Tienen el tamaño de un grano de arroz y se introducen entre el dedo pulgar e índice
La evolución de la microtecnología ha dado lugar a la aparición de microchips que se pueden implantar en el dorso de la mano. Actualmente, en países como Suecia hay unas 4.000 personas que llevan estos mini dispositivos electrónicos integrados en el cuerpo. Su objetivo es el de facilitar la vida diaria.
Implantados entre el dedo pulgar y el índice, con estos microchips del tamaño de un grano de arroz se puede acceder a un recinto, hacer compras o validar el billete de tren. En Suecia, la compañía ferroviaria SJ fue la primera en el mundo en permitir utilizar estos pequeños dispositivos como ticket.
Los microchips funcionan con la tecnología Near Field Communication (NFC), explican en el diario español La Vanguardia, la misma que utilizan las tarjetas bancarias contactless. No tienen batería y sólo se puede leer su información con la ayuda de otros dispositivos.
El empresario alemán Sven Becker es una de las personas que se dedica a vender estos dispositivos a través de su empresa I am a robot. En una entrevista a Euronews explica que la mayoría de clientes los usan como reemplazo de su tarjeta de negocios y para acceder al gimnasio, a la oficina o a casa.
No obstante, la aparición de estos chips ha generado cierto recelo entre algunos sectores de la sociedad, sobre todo respecto a la privacidad y la seguridad. Como destacan en el periódico ABC, estos microchips son más vulnerables a ataques maliciosos al no disponer de las medidas de seguridad que contratan las empresas que fabrican tarjetas electrónicas o teléfonos móviles.
Además, aunque no incluyen GPS, dejan un rastro, por lo que se puede saber por dónde ha pasado o qué ha hecho el propietario del dispositivo. En estos casos, falta una regulación de estos aparatos para que se proteja la información de los usuarios.
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Fuente: Suecia, un país de ciborgs
Un chip autoimplantado en la mano permite convertirse en ciborg por 60 Euros
Foto: Creative Commons por Pixabay