Ya sea debido a la vida nocturna o a un turno de noche, cambiar drásticamente el horario para dormir a menudo puede tener repercusiones a largo plazo en la salud.
Trabajar en el turno de noche tiene a los empleados en condiciones siempre cambiantes consideradas en la zona roja por las autoridades sanitarias. Tener esos horarios puede ser «probablemente cancerígeno para el ser humano». Los estudios demuestran que «más de tres millones y medio de asalariados trabajan a turnos en España, y alrededor de dos millones (el 10,6% de los ocupados) lo hacen en un turno de noche ocasional (6%) o más de la mitad de los días laborables (4,6%)», según datos del Instituto Nacional de Estadística de 2021.
Sin un horario de sueño constante, el sistema metabólico no puede funcionar correctamente. «Se exacerba la liberación de mediadores inflamatorios, disminuye la actividad del sistema inmune, tiene un efecto a nivel metabólico que puede derivar en estados de prediabetes, niveles más altos de triglicéridos, trastornos cardiovasculares (hipertensión), un mayor riesgo de infartos e ictus, etc. En definitiva, agrava una gran variedad de patologías muy importantes».
Problemas de trabajar por la noche
Asumir el turno de noche y no tener sistemáticamente el mismo horario para dormir, puede provocar una serie de enfermedades. «Hemos descubierto que la exposición a horarios de trabajo por turnos durante los primeros años de la edad adulta agrava los resultados del ictus isquémico en la mediana edad, concretamente en las mujeres. También que, incluso cuando los sujetos del estudio volvían a un horario normal, los efectos sobre los ritmos de sueño-vigilia de la exposición temprana a los ciclos de trabajo por turnos persistían. De tal forma que en la mediana edad estos sujetos se despertaban antes y se activaban en el momento equivocado del día y de la noche», explica a EL PAÍS David J. Earnest, investigador principal y profesor del Centro de Investigación de Relojes Biológicos de la Universidad A&M de Texas.
Sin embargo, no se preocupe si ha trabajado en un turno de noche en el pasado. Una vez que cambie sus hábitos a un horario de sueño más regular, los efectos remitirán. La incidencia de enfermedades cardiovasculares entre la población que trabaja a turnos ronda el 20%. Esto frente al 7% en el caso de los trabajadores con horario diurno. En el caso de los antiguos trabajadores a turnos, el porcentaje de riesgo se mantiene en el 15%.
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Fuente: Dormir mejor, sentirse mejor: los beneficios de salir a la calle
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