El primer paso para mejorar la seguridad vial y así reducir los traumatismos y los fallecimientos es conocer la diferencia entre accidente y siniestro.
Los siniestros son factores multicausales que pueden ser predecibles y prevenibles. En cambio, los accidentes se dan por causas fortuitas y del azar. Es por eso que creemos que los siniestros viales se pueden predecir.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decretado que es una pandemia por la cantidad de millones de defunciones y de traumatismos que implica. De hecho, es la primera causa de muerte de los jóvenes entre 15 y 29 años.
Por ello, la OMS, conjuntamente con Naciones Unidas, hicieron la resolución 74/299 y decretaron nuevamente el diseño de acción para la seguridad vial 2021-2030. ¿Esto qué significa? La importancia que está teniendo la seguridad vial y todo lo que están haciendo los gobiernos para que este problema llegue a su fin.
Actualmente, se le solicita a los gobiernos que tengan un sistema vial integrado que se basa en cinco pilares que son: el uso seguro de las vías de tránsito, el transporte multimodal, vehículos seguros, respuesta inmediata después del accidente e infraestructura vial segura.
Plan mundial
Se estima que para antes de la confección del próximo diseño de acción para la seguridad vial van a darse 13 millones de defunciones y 500 millones de traumatismos. Es por ello que el plan mundial pide a los gobiernos que tomen un panorama holístico. Asimismo, que se converjan todos los poderes para poder cambiar la situación actual.
En dicho plan mundial se describen las medidas para alcanzar la meta. Además de los cinco pilares, destacan las recomendaciones dirigidas a los gobiernos, a las organizaciones civiles, a la academia y a toda la sociedad en general. Se pide que se tenga en cuenta el marco jurídico y que haya una unificación en la legislación. De igual forma, que exista una perspectiva de género, que se haga un uso riguroso del cinturón de seguridad y del casco, que se respete el límite de la velocidad y que no se tome alcohol previo a la conducción.
Las metas de los objetivos de desarrollo sostenible son las mismas que tienen todas las naciones en la agenda de Naciones Unidas para el 2030 y es tan importante la cuestión que de los 17 objetivos, 2 son sobre la seguridad vial.
Si tenemos en cuenta el compromiso de los estados, las bases establecidas en el anterior diseño, así como las conferencias internacionales, el nombramiento de un enviado especial asignado por el secretario general de las Naciones Unidas y la creación de un fondo fiduciario para la seguridad vial, puede observarse la importancia que se le concede a este tema.
¿Cómo impacta esta problemática de la seguridad vial y la salud pública en un país?
El impulso en el tema de la salud con la seguridad vial se viene dando a partir de las declaraciones de Naciones Unidas y de la declaración de pandemia de la Organización Mundial de la Salud. Si bien la salud siempre estuvo conectada con el tema de la circulación y era un tema referido al transporte y al control policial, hoy la seguridad vial es un tema de salud pública porque es un ámbito que nos afecta a todos.
Al ser un problema colectivo, son necesarias todas estas iniciativas, así como la búsqueda de un cambio cultural para lograr tener menos siniestros viales. Lo que se tiene que considerar a partir de ahora es que el siniestro vial es, por su naturaleza, una enfermedad social evitable.
Según expuso Claudia Brolese, presidenta de la Asociación Iberoamericana del Derecho a la Salud, en el 1º Congreso Provincial de Educación y Seguridad Vial de Buenos Aires (Argentina), el pasado mes de junio, el siniestro vial es una epidemia y supera 10 víctimas fatales cada 100.000 habitantes. Asimismo, afirmó: «Todas estas desafortunadas muertes eran predecibles y evitables y la única manera de revertir esta situación es que la sociedad tenga un cambio de actitud, además de que haya un cambio en la cultura vial para que así se pueda transitar de manera segura y responsable».
¿De qué forma la cultura vial se relaciona con la economía?
En cuanto al impacto que tienen los accidentes en el sistema de salud, es evidentemente un tema económico. Esto depende de si los países tienen mayor o de menor ingreso, pues varían en el producto bruto interno entre el 1 y el 3%. También hay que hacer un buen control epidemiológico. Es importante saber cuántos accidentes reales y cuántos traumatismos hay, porque en ocasiones los datos no se corresponden con la realidad.
Además, los gastos de terapia intensiva, de cirugía y de prótesis afectan al sistema de salud y pone a los recursos públicos al límite, porque cuando hay un accidente el primero que llega es el Estado y los hospitales públicos son los que hacen la primera atención. Hay que tener en cuenta que la previsión de los servicios médicos y la rehabilitación de heridos en suministros acarrea considerables costos de insumos. El principal prestador es el hospital público, por lo que los gobiernos deben tener una estrategia integral y así poder optar a lograr un comportamiento vial saludable.
Nosotros como sociedad tenemos que trabajar en una cultura vial que permita desnaturalizar lo que sucede en el tránsito e incorporar una mirada que entienda que las conductas humanas son los principales siniestros viales y que esto lo tenemos que evitar.
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