Plátanos en bolsas de plástico parece demasiado ilógico. Sin embargo, es posible que otras frutas y verduras, por sus características particulares, puedan requerir algún tipo de envase para su protección. Aquí, proponemos este debate, ¿es necesario usar envases de plástico para las frutas y verduras? ¿Cuándo podría ser aceptable su uso?
La ONG ambientalista Greenpeace denunció la utilización masiva e innecesaria de envases de plástico de un solo uso para cubrir alimentos como frutas y verduras. La organización presiona para que los supermercados se comprometan a eliminar esos plásticos de las estanterías, y busquen alternativas sustentables para la venta de alimentos perecibles. Prueba de ello es el siguiente vídeo:
Además de Greenpeace, otras organizaciones se han ido sumando para presionar a través de campañas colectivas de sensibilización, como es #DesnudaLaFruta, en España o “Stupids Packs”, en Colombia.
En esta última, se muestran cuatro frutas (aguacate, plátano, mandarina y papaya) en platos de poliestireno expandido (EPS) y film plástico, con el eslogan: “Ninguna cáscara de fruta tarda 400 años en descomponerse; detén esta locura”.
Una otra campaña interesante es la promovida por las organizaciones Justicia Alimentaria y Amigos de la Tierra, “Plastívoros: comemos plástico”. En ella, plasman mediante fotografías impactantes la presencia continua y excesiva de los plásticos en nuestras vidas, sobre todo procedentes de la alimentación y la actividad agrícola.
Si de un lado, envasar frutas y verduras facilita su consumo al disponerlas de manera que el empleo de estos alimentos sea más rápido y no exija mucho esfuerzo y tiempo, por otro lado, puede ser un hábito creado por quienes los venden y, así, para los consumidores, una opción fácil de compra. Pero, no podemos olvidar que la última palabra la tenemos nosotros; somos los usuarios quienes, por medio de nuestro comportamiento de compra, marcamos la pauta, generando hábitos en los vendedores. Si optamos por el consumo de frutas y verduras frescas, locales y de temporada, menos frutas y verduras empaquetadas serán expuestas en los establecimientos y por tanto, estos terminarán optando por poner a disposición únicamente las primeras o al menos en su gran mayoría.
Y es que hay casos que asustan, como por ejemplo, mandarinas descascadas en bandejas, bastoncitos de zanahorias en bolsas… ¿Realmente necesitamos este tipo de ayuda para comer frutas y verduras o nos hemos vuelto demasiado cómodos e insensatos?
Opciones de compra
Muchas de estas organizaciones se quejan de la falta de opciones en los supermercados, al disponer de frutas y verduras envasadas como única posibilidad de compra. Por ejemplo, comenta Celia Ojeda, responsable de Consumo de la ONG Greenpeace, que “este tipo de envasado tiene un elemento de marketing: pueden hacerte comprar tres pimientos en vez de dos”, afirma para la Cadena Ser, medio de comunicación español.
Una alternativa es ofrecer a los consumidores la posibilidad de elegir, es decir, poner a su disposición fruta y verdura con o sin envase. Sin embargo, esta práctica, que otorgaría cierta libertad, debería ir siempre acompañada de educación alimentaria y ambiental para la ciudadanía, ya que en ocasiones, actuamos sin conocer el impacto que tiene nuestro consumo sobre el planeta.
Toneladas de envases plásticos
Como se ha divulgado extensivamente, cada año se producen aproximadamente 690.000 toneladas de envases plásticos, de los cuales pocos se reciclan: se estima que internacionalmente solo un 10% de ellos son reaprovechados.
Muchos de estos residuos van a parar al medio ambiente, que lo absorbe. Se sabe que también vuelven a nuestros platos, en forma de microplásticos. Desconocemos aún cómo afecta esta práctica en nuestra salud, no obstante, hay estudios que lo vinculan con el desarrollo de enfermedades.
De nuevo, Greenpeace, nos recuerda con el vídeo ¿Quién puede parar la invasión de plásticos?, que parte del origen del exceso de plásticos está en las grandes marcas. Ellas deben contribuir a la reducción de envases plásticos, buscando alternativas oportunas.
Por tanto, la disminución de los plásticos es tarea de todos y forma parte del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 12, denominado “Producción y consumo responsable”. A nivel europeo, existe el Pacto de los Plásticos y, a raíz del mismo, surge también la red global de Pactos por los Plásticos (incluyendo Sudáfrica, Malasia, Chile, Canadá, Estados Unidos, Australia, entre otros).
Seguridad alimentaria
El director general de ASEDAS (Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados), Ignacio García Magarzo, opina positivamente a favor de estas campañas, que apuestan por la disminución del consumo de plástico, como por ejemplo, aquella para la reducción de las bolsas de compra elaboradas con dicho material.
Sin embargo, él comenta que los riesgos en la seguridad alimentaria son menores hoy en día justamente por las condiciones de venta que incluyen, entre otras medidas, el uso de los envases. “Cuando hay un envase en un mercado, normalmente obedece a una razón: o bien para preservar la seguridad alimentaria o bien para ser el soporte del etiquetado, para darnos una información adecuada o para evitar que se deterioren y que se produzca un desperdicio alimentario”, afirma para la Cadena Ser.
Pero, ¿se podrá llegar a un equilibrio entre la seguridad alimentaria, la sostenibilidad y la coherencia?
¿Qué opinas? ¿Crees que podemos prescindir de los plásticos para envasar frutas y verduras? ¿O bien sugieres otras opciones sostenibles para los envases que eviten desperdicios?
Fuentes: Envases de alimentos inútiles: packaging innecesario
#DesnudaLaFruta: una campaña para acabar con los envases absurdos en frutas y verduras