El aumento de la esperanza de vida ha provocado que un mayor número de adultos mayores se sometan a cirugías.
Un artículo publicado por la Asociación Española de Cirujanos (AEC) explica las escalas utilizadas habitualmente para evaluar a los pacientes geriátricos sometidos a cirugía.
“Los pacientes geriátricos tienen una reserva fisiológica reducida para enfrentar factores de estrés y son más susceptibles a la discapacidad y las complicaciones posoperatorias”, indica el informe. Esta situación provoca un fenómeno conocido como “fragilidad”.
El informe clasifica las escalas en función de si realizan una valoración de su estado funcional, clínico o ambas. Algunas de las escalas mencionadas son:
- Escala de Barthel: “esta escala es una medida genérica que valora el nivel de independencia del paciente con respecto a la realización de algunas actividades básicas de la vida diaria, mediante la cual se asignan diferentes puntuaciones y ponderaciones según la capacidad del sujeto examinado para llevar a cabo estas actividades”, remarca la investigación.
- Escala de Karnofsky: empleada inicialmente en pacientes oncológicos, es un predictor de mortalidad, útil también en pacientes con patologías no vinculadas al cáncer.
- Vulnerable Elders Survey (VES-13): es una prueba que permite predecir el declive funcional y la mortalidad durante un intervalo de seguimiento de uno o dos años.
- Índice de la American Society of Anesthesiologics: se trata de uno de los medidores más habituales y ofrece información sobre la aptitud general para la cirugía. Los pacientes se clasifican en diferentes grupos, dependiendo de la salud de la que gozan.
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Informe: Manejo quirúrgico de pacientes de edad avanzada
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