Datos de un estudio de Brasil demuestran el papel de los adultos mayores en los ingresos de las familias.
Además de la elevada cifra de fallecimientos, la crisis económica comienza a ser palpable en muchos países.
En Brasil, uno de los países con mayores cifras de fallecimientos, también preocupan los ingresos de los miembros de las familias. Un informe realizado por el Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA) y publicado en julio pone de manifiesto los problemas agravados por la pandemia de coronavirus.
Una de esas consecuencias es la disminución de la renta de la familia, debido a los fallecimientos por coronavirus de adultos mayores en el país latinoamericano.
“Según datos de la Encuesta Nacional de Muestra de Hogares (PNAD) Continua, en 2018, de los 71.3 millones de hogares brasileños, en 33,9% había al menos una persona mayor que residía. 62.5 millones de personas vivían en estos hogares, un promedio de 2,6 personas por hogar, de los cuales 30.1 millones no eran adultos mayores. Entre los no mayores, 16,6 millones no trabajaban”, señala el estudio. Las dificultades de los jóvenes para acceder al mercado laboral son otra causa que refuerza el papel de los adultos mayores en la economía familiar.
“Se llama la atención sobre el hecho de que los ancianos son dos veces víctimas de esta pandemia: son los que más mueren y los más afectados por el desempleo. Sin embargo, su papel en las familias es poco reconocido. Yo creo que puedes decir que, si una persona mayor muere, una familia entra en la pobreza”, concluye el estudio.
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Fuente: Pandemia: Impacto da perda de renda dos idosos.
Estudio: Os dependentes da renda dos idosos e o coronavírus: órfãos ou novos pobres?
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