La utilización de la risa como medio de estado positivo de bienestar, se ha venido practicando desde la antigüedad.
La Cultura China hace más de 4000 años acudía a diferentes templos para reír, con el fin de alcanzar un equilibrio en su salud. En la India existían templos sagrados donde se podía practicar la risa. En la actualidad, números hospitales y asociaciones de diferentes enfermedades, utilizan la risa como una ayuda de vida en personas con de diferentes patologías.
La risoterapia es una técnica psicoterapéutica basada principalmente en conseguir beneficios a nivel somático y emocional en las personas a través del fomento de la risa. Algunos estudios señalan beneficios sobre su aplicación: estimula la percepción e imaginación, aumenta la autoestima, combate el dolor, aumenta las defensas del organismo, entre otros. La Psicología Positiva explica que trabajar las emociones positivas provoca un efecto dominó donde el resultado final es que las personas están más satisfechas con su vida.
A pesar de los múltiples beneficios que determina la técnica, existen diferentes controversias sobre sus efectos y uso en pacientes. Los que defienden el método afirman que la risoterapia contribuye al bienestar del paciente y aporta beneficios psicológicos que pueden contribuir a un tratamiento médico. Otras posturas indican que la risoterapia, pese a su nombre, no suele definirse como una terapia debido a que no está en condiciones de curar una enfermedad por sí sola.
Conviene destacar que la risoterapia puede utilizarse como un complemento a las terapias tradicionales. Si bien puede ayudar a mejorar la salud de las personas, no es un sustituto de los tratamientos convencionales.
A nivel clínico, se considera que la risa puede presentar un carácter preventivo, como opción terapéutica complementaria o alternativa a otras estrategias terapéuticas establecidas y en el ámbito social, proponen intervenciones preventivas destinadas a potenciar los beneficios de salud en el entorno laboral, comunitario, familiar o persona.
En el caso de las personas mayores, su práctica puede ser interesante de aplicar. En algunas situaciones su uso está contraindicado con algún problema de tipo médico como dolores intestinales, hipertensión y enfermedades cardiacas severas. Como intervención requiere de una planificación adecuada y en función de unos objetivos y necesidades de las personas con las que se va a trabajar. La inclusión de la risa dentro de las terapias médicas es un aspecto que puede ayudar en la mejora de la vida de las personas mayores.
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Fuente: Revista de enfermería.
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