Según la doctora Purificación Martínez, llega un momento en que cuando hay mucha grasa esta va a otros órganos, como en el sistema nervioso, lo que se traduce en problemas de memoria, aprendizaje o ejecución
La obesidad es una enfermedad que favorece el deterioro cognitivo. Así lo consideran diversos estudios. Uno de ellos es el que se publicó en 2012 en la revista Neurology. Este indica que las personas obesas y con trastornos metabólicos experimentan un declive cognitivo un 22,5% más rápido en comparación con las que tienen un peso normal y ningún tipo de alteración metabólica.
Para realizar esta investigación, los científicos realizaron pruebas a 6.401 adultos de entre 39 y 63 años. Les hicieron exámenes de memoria y habilidades cognitivas tres veces a lo largo de 10 años.
En su conclusión, el estudio señala que la obesidad, la hipertensión y otros factores metabólicos como la diabetes, los niveles bajos de colesterol LDL o la hiperglucemia, podrían provocar una disminución más rápida de las capacidades cognitivas.
Otro estudio más reciente, realizado en México por la endocrinóloga del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), Emma Adriana Chávez Manzanera, señala que tener sobrepeso u obesidad durante la infancia y la adolescencia aumenta de tres a seis veces el riesgo de desarrollar demencia y otras enfermedades como el Alzheimer, en los adultos mayores.
¿Cómo afecta la obesidad al deterioro cognitivo?
La doctora Purificación Martínez, miembro de la junta de la Sociedad Española para el estudio de la Obesidad (SEEDO), explica que el exceso de grasa que guarda el cuerpo es el contenido adiposo y su capacidad de almacenamiento se acaba. “Cuando ya no puede más, dicha grasa va a otros órganos que no están preparados para ello, como el corazón, el hígado, el riñón y el sistema nervioso”, afirma.
Este aumento de lípidos, de grasa ectópica, es el que provoca alteraciones estructurales y funcionales en el sistema nervioso, lo que se traduce en problemas de memoria, aprendizaje o ejecución, explica Martínez en el portal EcoDiario.
En un artículo en GeriatricArea, la doctora Núria Vilarrasa, coordinadora del área de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, habla de la actividad física y señala que “además de tener efectos beneficiosos sobre los factores de riesgo cardiovascular, podría mejorar la síntesis neuronal”. En este caso explica que se ha observado una reducción del riesgo de demencia con la realización de ejercicio físico regular, puesto que ayuda a mantener un peso saludable.
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Fuentes: La obesidad aumenta el riesgo de padecer demencia
Vinculación de la obesidad y las alteraciones metabólicas con la aceleración del deterioro cognitivo
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