Aprendizaje cooperativo frente a aprendizaje colaborativo en el aula

El trabajo en grupo puede adoptar una gran variedad de formas, pero en función de la contribución del profesor al proyecto, los alumnos pueden desarrollar una gran variedad de habilidades útiles. 

Aunque tanto el aprendizaje cooperativo como el colaborativo implica el trabajo en grupo para lograr un objetivo común, cada uno presenta un estilo y una contribución únicos por parte de los profesores. Por ejemplo, el aprendizaje cooperativo consiste en ayudarse mutuamente trabajando de forma equitativa. Por otro lado, con el trabajo colaborativo los miembros pueden trabajar juntos pero contribuir en distintas cantidades.

Dos profesores de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos), David y Roger Johnson, estudiaron el estilo de aprendizaje individualista y definieron el proceso de aprendizaje cooperativo. Determinaron que hay cinco elementos que intervienen en este estilo específico de aprendizaje en grupo. Entre ellos se encuentran la interdependencia positiva, la responsabilidad individual, la interacción motriz, las habilidades sociales y el procedimiento de grupo. Existe un vínculo entre los miembros del grupo, que fomenta la participación equitativa y la responsabilidad individual de cada participante. En última instancia, los alumnos trabajan juntos para completar la tarea y alcanzar un objetivo común.  

Durante las actividades cooperativas, el profesor desempeña un papel proactivo. En este caso, separa a los alumnos en grupos, sugiere reglas y asigna a cada miembro una tarea específica. Al determinar la disposición del proyecto, el profesor fomenta el trabajo equitativo de todos los alumnos para impulsar su proyecto hacia el objetivo final. 

Por otro lado, el aprendizaje colaborativo promueve la autonomía de los miembros del grupo. Aquí, los alumnos organizan sus propias tareas y grupos de trabajo. Por lo tanto, cada miembro se aplicará tanto como quiera. Cuando los alumnos son capaces de determinar sus propias tareas, se crea empatía entre los miembros y se promueve el trabajo en equipo para lograr el objetivo final. 

En este caso de actividades colaborativas, el profesor se convierte más bien en un guía para los alumnos. Determina la tarea, pero luego permite que los alumnos se organicen y determinen un flujo de trabajo. Obviamente, el profesor puede estar disponible para ayudar, pero esto anima en gran medida a los alumnos a asumir la responsabilidad del proyecto y a dividir el trabajo.

Cada forma de trabajo en grupo puede aplicarse a diversos grupos de edad y materias. Tanto el trabajo colaborativo como el cooperativo estimulan valiosas habilidades de trabajo en equipo para los estudiantes. Por lo tanto, deben implementarse con frecuencia en el trabajo en clase.

Estos tipos de aprendizaje también pueden aplicarse a los mismos proyectos. Para un proyecto de investigación, por ejemplo, el profesor puede desarrollar una estructura y un flujo de trabajo para los alumnos. Esto fomentará el aprendizaje cooperativo, ya que los miembros estarán divididos en sus grupos y cada uno tendrá tareas específicas que realizar. Entonces, como tarea de aprendizaje colaborativo, el profesor definirá la tarea de investigación, pero luego permitirá a los alumnos organizar el trabajo y desarrollar el plan por sí mismos.  

Al preparar una mezcla de tareas en grupo para los alumnos, los profesores pueden fomentar una variedad de habilidades que podrán llevar a sus futuras carreras y a la vida cotidiana. Sin embargo, es importante reconocer las diferencias en las actividades para hacer hincapié en los tipos de habilidades que se pueden aprender a través de cada tarea. 

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Fuente: Aprendizaje cooperativo y colaborativo: estas son las diferencias

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