Un experto en Trastorno por déficit de atención con hiperactividad ofrece algunas recomendaciones sobre el trabajo del profesor con alumnos diagnosticados con este trastorno
Conocido por las siglas TDAH, el Trastorno por déficit de atención con hiperactividad se define como un trastorno del desarrollo neural que se caracteriza por actitudes impulsivas, desatención e hiperactividad. Desde la década de 1970, profesionales del área de la salud han trabajado para clasificar, diagnosticar y proponer tratamientos para el TDAH. No obstante, el tema todavía está en el foco del debate debido a las controversias que suscita.
El profesor español Rafael Guerrero, director del centro de psicología Darwin Psicólogos y experto en el tema, escribió un libro dedicado a analizar la realidad de los niños con TDAH y las familias. En él sugiere diferentes maneras de trabajar con alumnos diagnosticados con este trastorno para aumentar su capacidad de atención.
Para ayudar a los niños recomienda, antes de todo, el apoyo desde una perspectiva incondicional. “Muchos padres manifiestan el apoyo y amor a sus hijos en función de los logros académicos. Eso es una barbaridad”, afirma. Para este psicólogo es importante que estos niños se sientan aceptados por su entorno, especialmente por la familia, los profesores y los amigos.
Para trabajar con estos niños en clase, los profesores deberían tener una formación adecuada, que motive y permita que puedan trabajar con las herramientas más apropiadas.
Por ejemplo, Guerrero explica que para trabajar la atención se pueden utilizar varias actividades que estimulen la concentración, la desinhibición, la planificación y la memoria operativa, entre otras. Estas pueden ser los crucigramas, las siete diferencias entre dos imágenes, buscar letras en una hoja llena de palabras, etc.
Además, los profesores pueden adoptar algunas metodologías que combinen el pensamiento crítico con el aprendizaje cooperativo, por ejemplo mediante proyectos, para ofrecer al alumno la posibilidad de actuar en las clases. “Se demostró que el cerebro aprende en movimiento, pero en las clases no dejamos a nuestros alumnos que se levanten de las sillas”, dijo.
Guerrero también destaca que muchas veces las escuelas exigen a los niños más de lo que ellos pueden dar por la propia limitación de la edad. “No tiene ningún sentido obligar a los alumnos que me presten atención. Soy yo quien primero tengo que hacer que me escuchen”, explica.
Por otro lado, el psicólogo resalta la importancia de tener cuidado con el uso de las nuevas tecnologías que muchas veces estimulan y motivan aún más a los jóvenes diagnosticados con TDAH. Para evitar comportamientos intolerantes o ansiosos, la principal recomendación es tener cautela.
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Fuente: Rafael Guerrero: “El cerebro aprende en movimiento, pero no dejamos a nuestros alumnos que se levanten de las sillas”
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