Durante las entrevistas de trabajo, los futuros empleados suelen recibir esta temida pregunta: ¿cuál es su mayor debilidad? Como han recomendado muchos profesionales de RRHH, los candidatos suelen intentar convertir una debilidad en una fortaleza para demostrar su capacidad para el puesto. Una respuesta frecuente a esta pregunta es «el perfeccionismo». Aunque esta respuesta puede parecer atractiva para presentarse como el mejor candidato, el perfeccionismo puede tener, de hecho, graves ramificaciones negativas en el lugar de trabajo.
Antes de hablar del perfeccionismo, es importante distinguir entre el perfeccionismo y lo que llaman «perfeccionismo paralizante». Un caso leve de perfeccionismo podría correlacionarse simplemente con un empleado que se esfuerza por lograr lo mejor que puede en el trabajo, prestando mucha atención a los detalles y aumentando su productividad. El perfeccionismo extremo, sin embargo, se gana el nombre de «perfeccionismo paralizante» porque el deseo de perfección hace que la persona se detenga en pequeños detalles y pase demasiado tiempo en un solo detalle. Aunque podemos correlacionar el perfeccionismo con mayores niveles de éxito, lo cierto es lo contrario, ya que los perfeccionistas extremos experimentan en realidad una disminución de la productividad.
Además de la disminución de la productividad, los perfeccionistas experimentan otros efectos negativos en su trabajo y en el equilibrio entre la vida laboral y personal en general. Las personas que se atienen a estas expectativas tan poco realistas sienten unos niveles de estrés desproporcionadamente altos. Tampoco se sienten satisfechos con su trabajo por mucho que se esfuercen. Como resultado, trabajan demasiado para compensar su insatisfacción y no se permiten tener suficiente tiempo para el ocio y el disfrute. Esto, a su vez, puede conducir al agotamiento y a la extenuación.
Más allá de los efectos sobre el individuo, el perfeccionismo también puede ser perjudicial para la dinámica de grupo en el lugar de trabajo, que es esencial en muchos campos. Los jefes con un perfeccionismo extremo son propensos a ejercer un control extremo sobre sus empleados y a ejercer demasiada presión sobre ellos. Para los empleados, esto provoca una baja satisfacción en el trabajo. Ya sea en una posición de autoridad o no, los perfeccionistas también pueden subvertir el trabajo en grupo, para que se ajuste a sus estándares. Esto puede causar tensiones, ya que los perfeccionistas «pisan los pies de los demás» en el proceso, y puede desalentar un discurso rico con muchas voces.
Lo más preocupante del perfeccionismo, además de sus efectos en el lugar de trabajo, son sus causas subyacentes. El perfeccionismo suele tener sus raíces en la inseguridad, la baja autoestima y la necesidad desesperada de aprobación. Además, suele estar asociado a una amplia gama de enfermedades mentales.
Esto es aún más preocupante si se tiene en cuenta que los niveles de perfeccionismo han aumentado en los últimos 25 años, junto con los niveles de enfermedad mental. Esta tendencia es especialmente frecuente entre los jóvenes, tanto en la escuela como en el trabajo. Los medios de comunicación social han contribuido a la idea de que todos tenemos que vivir vidas «perfectas», que se presentan en la fachada de un feed de Instagram o de TikTok.
Para solucionar el «perfeccionismo paralizante», los expertos recomiendan algunas cosas. En primer lugar, practica la autocompasión y reduce tus expectativas. Oblígate a realizar trabajos que no te parezcan perfectos. Con los demás, también debes hacer un esfuerzo intencionado por confiar en ellos y reconocer sus diversos puntos de vista.
Los padres también pueden marcar la diferencia en este ámbito. Dado que las tendencias perfeccionistas suelen inculcarse durante la infancia, los padres pueden combatirlas mostrando aceptación por todo el trabajo de sus hijos.
El perfeccionismo es un tema que será cada vez más preocupante en los próximos años debido a que los niveles aumentan continuamente. Para saber más sobre la psicología que hay detrás de este fenómeno o para conocer su efecto en el ámbito laboral, pueden interesarte algunos programas que patrocina FUNIBER. FUNIBER ofrece másteres tanto en psicología como en empresas, que se relacionan con este tema.