Según un estudio, realizado por investigadores de diferentes países, con 300 personas, las personas que practican más ejercicio físico consumen más proteínas. Una de las investigadoras del estudio, la Dra. Ana Belén Peinado, ha explicado que este dato es positivo ya que el aumento de actividad requiere un aumento de proteína. Así, la gente se comportaría espontáneamente con la comida, en el caso de este estudio.
Otro resultado encontrado se refiere al tipo de ejercicio y las demandas de alimentación. En el caso de ejercicios de fuerza, aeróbicos o una combinación de ambos, la práctica no provoca la necesidad de consumir más, lo que podría provocar un aumento de peso.
Las personas que iniciaron un programa de ejercicio controlado a largo plazo no mostraron un aumento en el consumo para compensar la actividad realizada. Según Pedro J. Benito, coautor del estudio, “los entrenadores podrían contemplar cualquiera de las tres formas de entrenamiento sin temor a que el programa de ejercicio físico incida en el comportamiento dietético”, explica.
Los investigadores concluyeron que el ejercicio físico es una de las mejores opciones para quienes siguen un tratamiento para la obesidad o el sobrepeso. «Además de mejorar la composición corporal y otras comorbilidades y factores de riesgo, las personas con sobrepeso no parecen aumentar su ingesta calórica más allá de lo adecuado para mantener las actividades diarias».
El objetivo del estudio fue analizar los tipos de ejercicios y cómo favorecen la adherencia a la dieta, motivarse a tener más hambre y otros cambios físicos en personas con obesidad y sobrepeso.
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Fuente: Un estudio con participación española concluye que hacer ejercicio no aumenta las ganas de comer
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