Un estudio analiza los efectos del entrenamiento físico en pacientes con cáncer indicando que las intervenciones varían mucho según las características de la terapia. En este caso un programa supervisado puede traer beneficios
Diversos estudios mostraron que estar activo tiene beneficios para la salud y puede ayudar al paciente a resistir mejor el tratamiento del cáncer. Es por este motivo que se aumentan los programas de entrenamiento físico como ejercicio terapéutico.
Un estudio reciente, publicado en la revista BJSports, analizó, a partir de 28 ensayos clínicos, qué pacientes serían los mayores beneficiarios de este tipo de tratamiento. El estudio evaluó los efectos del ejercicio sobre la fuerza de los miembros superiores, de los miembros inferiores, la función muscular de los miembros inferiores y la capacidad aeróbica en los pacientes adultos en tratamiento de cáncer.
La investigación demostró los beneficios del ejercicio físico terapéutico, cuando se supervisa, en el ámbito hospitalario. En concreto, los resultados mostraron los efectos positivos de los entrenamientos de fuerza de los miembros superiores, con frecuencia superior a tres veces por semana. Las actividades incluyeron ejercicios de fuerza en sesiones de más de una hora de duración.
En el estudio de la capacidad aeróbica, los investigadores percibieron que los efectos fueron mayores entre los jóvenes, cuando el entrenamiento incluía actividades aeróbicas.
La investigación reforzó la importancia de la práctica de la actividad física, con profesional cualificado, en programas terapéuticos con pacientes con cáncer. Para una formación de calidad, FUNIBER patrocina la Maestría en Actividad Física y Salud.
Fuente: Efectos de moderadores del ejercicio sobre fuerza y resistencia aeróbica en pacientes con cáncer
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