Profesor del Área de Deporte de FUNIBER indica las principales ventajas de encarar los desafíos deportivos con optimismo
Ser optimista no es ver todo «color de rosa». Tampoco es ver solo el lado bueno de las cosas, independientemente de lo que esté sucediendo. De acuerdo con el profesor del Área de Deporte de FUNIBER, Xabel Secades, ser optimista es una actitud frente a la vida, es aceptar la realidad, con la tendencia de esperar resultados positivos.
En otras palabras, ser optimista no está relacionado con lo que le pasa a una persona, sino más bien con la forma en que esta persona reacciona frente a las cosas. Estas expectativas favorables llevan los individuos a elegir, tanto de forma consciente, como inconsciente, las mejores acciones y decisiones necesarias para lograr sus propios objetivos.
Para Xabel, el optimismo es una acción, al contrario del sedentarismo y la pasividad. Es también, sobre todo, una elección que genera una serie de resultados positivos – comprobados científicamente – en la salud y el rendimiento deportivo, tales como:
– Mejores índices de salud, sean subjetivos u objetivos.
– Menor número de enfermedades reportadas.
– Mejor rendimiento deportivo.
– Menor vulnerabilidad a lesiones deportivas.
– Menor número de consultas al médico.
– Menor número de accidentes.
– Mejor funcionamiento del sistema inmunológico.
– Mayor índice de supervivencia después de un ataque cardíaco.
– Menor índice de mortalidad.
Para explicar los impactos positivos del optimismo en el deporte, el profesor de FUNIBER ha indicado un estudio realizado por Ortín, Garcés, Gosálvez, Ortega y Olmedilla en el 2011, que muestra la relación directa que existe entre el optimismo y el rendimiento deportivo.
El estudio ha analizado a un grupo de nadadores que fueron clasificados entre pesimistas y optimistas. Todos recibieron una información falsa sobre el tiempo de ejecución de 50 metros libres – un 5% más que el tiempo que habían realizado efectivamente – y se identificó que el resultado de la ejecución tras recibir la información fue diferente entre los dos grupos. Mientras que los nadadores pesimistas han mantenido o empeorado el tiempo de ejecución, el grupo de nadadores optimistas han presentado mejoras en el tiempo de realización, lo que demuestra que el optimismo puede ser muy relevante para deportes en los que los atletas deben contestar de manera rápida y adecuada a un elemento inesperado de estrés.
Para saber más sobre el optimismo y la forma en la que se puede aplicar en el deporte, el profesor Xabel recomienda la lectura de los libros Aprenda optimismo, del Dr. en Psicología Martin Seligman, y La fuerza del optimismo, del Dr. Luis Rojas Marcos.