Investigadores identificaron que el parto vaginal y la lactancia materna aportan a bebé bacterias intestinales distintas en comparación a los nacidos por cesárea que se alimentan de fórmula.
La investigación reveló que existe una diferencia notable en la conformación gastrointestinal del microbioma (un conjunto de microbios que se alojan en el intestino grueso, que son importantes para el sistema inmunitario y para lograr una buena nutrición), al comparar la composición bacteriana de los intestinos de los bebés nacidos por parto vaginal y los que nacieron por cesárea. También se registraron diferencias entre los niños que fueron alimentados por lactancia materna y aquellos que recibieron fórmula.
Se analizaron los registros de nacimientos de 100 bebés cuando tenían seis semanas de edad. Los investigadores indican que aquellos niños que nacieron por vía vaginal tenían una composición intestinal diferente a los que nacieron por cesárea.
Los profesionales a cargo el estudio indicaron que las diferencias son evidentes, pero no se ha determinado si los cambios en la composición intestinal afectan la salud del bebé a corto o largo plazo.El equipo se «sorprendió al hallar que incluso tres semanas tras nacer, el microbioma intestinal parecía ser conformado por el tipo de parto tanto como por el método de alimentación».
Al analizar los datos de los partos se identificó que dos tercios de los bebés nacieron por vía vaginal y un tercio por cesárea. De igual forma, dos tercios fueron alimentados con leche materna durante las seis primeras semanas, 26 fueron alimentados utilizando una combinación de leche materna y fórmula, y seis recibieron fórmula en forma exclusiva.
El equipo de investigación identificó que los bebés que recibieron la combinación de fórmula y leche materna terminaban con una composición intestinal muy similar al grupo que se alimentaba solo con fórmula. Este hallazgo no fue tomado en cuenta en investigaciones previas.
Los análisis realizados a las heces de los bebés indicaron que el método de nacimiento tenía un impacto igual de importante que la dieta.
Dr. Mark Corkins, médico certificado de respaldo nutricional del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Tennessee en Memphis, explicó que los intestinos del niño dentro de la placenta no contienen ninguna bacteria, pero la colonización se da cuando el niño traga bacterias durante el parto, si se nace por la vagina, porque la vagina no es estéril, pero si se nace por cesárea no se obtiene la misma flora intestinal, «se obtiene básicamente lo que hay en el hospital», resaltó.
Corkins explicó que los niños alimentados con leche materna reciben factores de crecimiento y elementos que permiten el crecimiento de bacterias buenas en el colon, pero esos elementos no están presentes en la leche de fórmula. «Sabemos que la ruta por la cual se nace importa, y también el tipo de alimento tras nacer. Ambas cosas hacen una diferencia», destacó el investigador.
Los estudiantes del área de Nutrición de FUNIBER se actualizan constantemente para identificar los factores que influyen en la alimentación de los bebés e infantes para brindar a los padres las mejores recomendaciones.
Fuente: http://fnbr.es/2ci
Foto Creative Commons: Peasap